Veo la imagen, leo la nota y no puedo evitar sentir un escalofrío al recordar cuando éramos chicos y con mi hermano contábamos -inmóviles y aterrorizados- las bombas que explotaban a la noche, antes de irnos a dormir.
Calles vacías. Silencio mortal.
Temor de cruzar una plaza.
Pánico de pasar por un zaguán y que todo volara en mil pedazos.
Luego el sobresalto.
Y el deseo de que todos pudieran llegar a casa a tiempo. Y temprano.
Sanos y salvos.
Ése es el recuerdo que yo tengo de 1974.
Las noches más largas, oscuras y angustiosas de mi vida.
Fiura
Yo por suerte era muy chico y vivía en un pueblo del interior. De todos modos, seguramente me merezco la cárcel por haber colaborado con el último gobierno de facto.
ReplyDeleteLos sonidos periódicos de disparos, cerca de la quinta presidencial -y cuando el ligustro fue reemplazado por muro- y los muchachos idealistas de paseo en auto, uno manejaba y dos o tres sentados en las ventanillas abiertas, culo afuera, con las metralletas apuntando (por suerte) hacia arriba.
ReplyDeleteGracias, Louis, por postearlo. Es un honor para mí.
ReplyDeleteLa verdad, se nos quedó muy grabado todo eso.
Fiura, qué comentario.
ReplyDeleteJL
Yo tenía 13-14 años, mi viejo se iba a trabajar con una ametralladora y una granada abajo del asiento del auto.
ReplyDeleteCada vez que se iba a la mañana, no sabíamos si volvía.
El ERP nos mandó una cartita mimeografiada. Me acuerdo de los escuditos con el fusil, de membrete.
El "delito" de mi viejo era ser el único hijo de un almacenero que entró a la escuela de aviación porque soñaba con ser piloto.
Ah, las épocas gloriosas de los jóvenes idealistas. En la versión 00s seguro que va a tener un final muy feliz.
ReplyDeleteEn esos años fue cuando empezó la sensación de inseguridad creada por los medios.
ReplyDeleteYo tenía 6 años, vivía en Versailles, muy cerca de los cuarteles de Ciudadela.
ReplyDeleteTodavía recuerdo las noches de tiroteos, ruidos que mi abuela intentaba tapar subiendo el volúmen de la radio.
Increíble pensar que eso puede volver a ocurrir.
Quiero creer que no es posible.
Yo en el 79 pasaba por la puerta del Olimpo con el colectivo 182 ya que iba a un secundario de la zona, el silencio que hacia el pasaje en esa zona no me lo olvido más en mi vida, se veia el miedo en los pasajeros, el colectivo finalizaba el recorrido en Rodó y Lacarra
ReplyDeleteSalu2 Gabriel