Intenciones vs. hechos

Un zurdo te dice que quiere la igualdad, mejorar la redistribución y que no haya más pobres, y todo el mundo se hace pis a chorritos entre saltitos histéricos. Que lo que ese turro HACE logre exactamente LO CONTRARIO a lo que dice que busca es harina totalmente de otro costal y JAMÁS DE LOS JAMASES se pondrá en tela de juicio porque lo que vale de la izquierda son LAS INTENCIONES, nunca jamás los hechos, que generalmente y en el discurso son malogrados MAL (muy mal) "por confabulaciones de la derecha" o teoría conspirativa ad-hoc que pueda hacérsele embuchar a la perrada, como si eso los excluyera de culpas por inútiles.

En cambio, a la derecha, no se la mide por sus INTENCIONES sino por sus HECHOS. Y los hechos, como el mundo, son a veces mejores, a veces peores. Nunca blancos ni negros sino grises, como fue siempre.

En la comparación de INTENCIONES (la izquierda) contra HECHOS (la derecha) siempre van a ser más bellas, redondas, gratas, perfectas, las intenciones. Tratá de llevar a un zurdo al terreno de los hechos y vas a ver que se queda agarrado histéricamente al poste de las intenciones, y vas a ver también cómo te retruca -ahora sí- criticando algunos hechos optimizables puntuales de la praxis derechosa.

Y sin embargo, aún así, son ellos, los que no admiten la realidad, los que se dan ínfulas de "intelectuales". Será porque SUS MUNDOS son intelectuales, ya que no reales. La Cuba maravillosa o la Venezuela igualitaria existen, aunque no en el mundo real sino en los delirios afiebrados de los que se masturban con la mano de las bellas intenciones.

José Luis

(Viene de acá)