Las maravillas de los sistemas colectivistas, que privilegian la solidaridad sobre el lucro.
El secretario general de la “central de trabajadores de cuba”, una especie de Ubaldini de bermuda y guayabera, en declaraciones al diario oficial “Juventud Rebelde” por los 500 mil despidos en el sector público de la isla de la fantasía:
"No se trata de que el Estado se encargue de ubicar a cada uno, tras varias ofertas laborales y con protección salarial indefinida".
“Las ofertas de empleo no necesariamente tendrán que coincidir con la calificación formal del aspirante, sino que debe primar el principio de que los empleos generados sean dignos, socialmente útiles y económicamente sustentables".
“Los primeros interesados en encontrar trabajo socialmente útil deben ser los propios ciudadanos".
El contraste con los clasistas y combativos sindicalistas nacionales y populares no podría ser mayor.
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