Y no ahora, cuando todo el mundo le da para que tenga, sino desde que apareció como candidato, cuando era absolutamente uncool hablar mal del Elegido.
Toda una generación de norteamericanos, que no tiene idea de quién fue JFK, descubrió las maravillas del culto a la personalidad.
Estas cosas nunca son gratis, los costos los van a pagar, y en forma.
Pero seamos honestos, los norteamericanos se dieron cuenta casi en el acto, en menos de dos años del tipo en la Casa Blanca.
¿Cuántas décadas hace que los argentinos siguen con Perón y Evita?
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.