"Fijate si hay uno con pata de elefante"
La primera reacción de las derechas, por supuesto, es criminalizar esta legítima protesta social. Pero hay que recordar que imágenes como esta son causadas 100% por la exclusión inherente al sistema capitalista de la sociedad de consumo.
bien dicho!
ReplyDeleteViejo, no se mofen de las víctimas del capitalismo salvaje que ha hecho estragos en España de la mano de Zapatero.
ReplyDeleteHay mas buenos ejemplos de rojos españoles:
ReplyDeletehttp://www.youtube.com/watch?v=gZNvx4R96Rg&feature=player_embedded#!
Pobres pibes, se los ve muertos de hambre.
ReplyDeleteDebe ser rico el puchero a la Wrangler.
ReplyDeleteTodas las personas, por muy fanáticas que puedan ser en sus diatribas contra el capitalismo, implícitamente le rinden homenaje al clamar apasionadamente por los productos que crea.
ReplyDeleteLudwig von Mises
En fin, como bien dice Mises, estos pibes aman los productos que el capitalismo crea.
No se puede ser más hipócrita!
ReplyDeleteAunque claro, nunca se sabe con estos grupos "antisistema", igual son antisistema que nadie tenga más que yo! Me pregunto a cuantos de estos borregos les paga papi la fianza. Te juro.
La buena noticia, desde Lavapies (look it up!) village: Bajaron un grupo grande de “antisistemas” en bicicleta, con pancartas y palos, increpando muy agresivamente a los comerciantes y a los ciudadanos de a pie. Pues cuál no fue mi agradable sorpresa cuando vi que la gente de la calle les plantaba cara y les gritaba todo tipo de improperios, tipo “borreguitos, de qué os quejáis, y de qué hacéis huelga, si no habéis trabajado un día en vuestra miserable vida!”.
Vaya lo caliente que andaba la gente contra estos terroristas urbanos! Muy bien, muy bien! Parece que la cortinilla de los “progres a muerte” se va descorriendo!
Hubo uno que se apeó de la bicicleta y, con garrote en mano, se encaró con un vecino. Para mi que el vecino en cuestión pensó que no valía la pena ir a la cárcel por ese individuo, rojo rojo que estaba, con los ojos que se le salían de las órbitas, y no dejaba de gritar, “gilipollas, tu haz huelga o lo que te de la gana, y deja a los demás que hagamos lo mismo, lo que nos de la gana o es que solo vale tu libertad, idiota!”
Ahí me metí yo (que vi que si la cosa derivaba en bofetadas tendría al menos algún paladín) diciendo: “pero para que van a trabajar si papi les compra el último iPhone y esta bicicleta con la que terrorizan media ciudad!”
Y venga gritar, el del garrote se acabó yendo porque se las debía de ver crudas!
Te juro, esta gentuza me provoca taquicardia!