Por acá se sigue debatiendo el aumento de los aranceles universitarios, congelados desde mediados de los 90 en niveles irrisorios. Hay manifestaciones violentas de organizaciones de estudiantes y sindicalistas (que se prenden en todo lo que sea prebenda) por el proyecto de llevar el arancel anual de los 1500 dólares anuales actuales a 2000 en 2012. 500 mangos de aumento por año.
Este fin de semana salió en el diario local una muy interesante nota de un profesor de economía de una universidad local que explica por qué los aranceles bajos perjudican a los estudiantes de menores ingresos. Los paralelismos con Argentina son demasiados para mi gusto.
Pero, como en Canadá la educación universitaria es responsabilidad de los gobiernos provinciales (la primaria y secundaria lo son de las comisiones escolares municipales), el debate se da a nivel de Québec, lo que simplifica considerablemente la cosa. Le saca ruido político.
Canadá es un país demasiado grande y diverso. La situación social, económica y política de Québec no tiene por qué ser necesariamente igual a la de las otras provincias a miles de kilómetros de distancia.
El mismo razonamiento es válido también para un país como Argentina. Imaginen las complicaciones que se ahorrarían, las pasiones que dejarían de fluir, en el país si estos debates se dieran a nivel provincial en lugar de nacional.
Lamentablemente creo que el valor o coraje de los políticos actuales, a nivel local (provincias o municipios) ha desaparecido.
ReplyDeleteComo el típico argento, los políticos que los representan, delegan en la Nación la responsabilidades de que hacer con sus propias vidas.
Es por ello que ni siquiera se plantea un desafío al gobierno central. En ello también juega la confianza en el vecino (a su traición) y como expresé, a la comodidad de que le digan lo que hay que hacer.
Y eso que no hablo de volver a la época de Estanislao López por estos pagos.
Pero acá todo tiene que pasar por la hormiga reina.
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