Europa hace años que está enfrentando una oleada de inmigrantes árabes y subsaharianos que tratan de entrar a la UE buscando un futuro económico mejor.
La caída del régimen tunecino ya ha provocado un incremento en el flujo de personas que, aprovechando la ausencia total de autoridades tunecinas en las costas, escaparon por mar hacia Italia y que obligaron al gobierno de ese país a solicitar colaboración de la UE para poder procesar tal caudal de inmigrantes “irregulares” o ilegales como dicen los europeos. Por una ironía del destino y por su cercanía a Túnez, la isla de Lampedusa ha sido prácticamente invadida por los “irregulares” que desbordaron la capacidad burocrática italiana y, casi, la territorial ya que la isla tiene solamente 20 Km2.
La UE respondió enviando fondos y personal de migraciones para prestar ayuda y separar la paja del trigo ya que, indudablemente, muchos tunecinos aducirían el temor por sus vidas en caso de que los devolviesen a sus países de origen, lo que va a obligar a analizar caso por caso la posibilidad de declararlos refugiados políticos, conforme lo previsto en las leyes comunitarias.
Hasta antes de la actual crisis, Europa raramente concedía status de refugiado a un emigrante económico, como los llaman los europeos, y los devolvían en vuelos especiales a sus países de origen. Un caso patético lo constituían los subsaharianos que cruzaban el Mediterráneo en las famosas “pateras”, embarcaciones de madera muy precarias donde se hacinaban los pobres africanos y que, normalmente, eran interceptadas y rescatados del mar los supervivientes en pésimas condiciones.
Ahora la situación es bien distinta ya que muchos de los que huyen podrán aducir justificadamente que escapan de una situación de conflicto con peligro para sus vidas. El Ministro del Interior italiano ha planteado que Europa se enfrenta a un “éxodo de proporciones bíblicas” refiriéndose al aluvión de “irregulares” que podrían llegar a Europa, sobre todo procedentes de Libia.
Por su parte, el Comisionado de la UE para Asuntos de Emigración, muy preocupado por la situación a la que se enfrentaría Europa, ya ha recomendado que la UE adopte medidas para que los tunecinos, los egipcios y los libios sean ayudados a obtener trabajo en sus países y no se desplacen al Viejo Continente.
Recogiendo estas preocupaciones, los Ministros del Interior de la UE se han reunido para analizar y adoptar medidas inmediatas que permitan, y uso este verbo deliberadamente, que los africanos se queden en África y no se sumen a las masas de desempleados de los países mediterráneos europeos, que serían los destinos de arribada más próximos al Norte de África.
Más allá de las buenas palabras y los grandes principios humanitarios que están en boca de los Cancilleres y Presidentes respectivos, hay razones económicas muy concretas y comprensibles, si uno es europeo, para que traten de evitar una migración masiva: Europa no está atravesando su mejor momento económico, tiene graves problemas de desempleo y debería destinar recursos muy escasos para poder asistir a nuevos inmigrantes que necesitarán todo, obtendrán poco y esperarán demasiado.
¡Imagínense a Grecia en crisis recibiendo 30 o 40 mil libios! O a España con sus más de 4 millones de desempleados teniendo que recibir más árabes, a los que no adoran precisamente pese a que les dejaron La Alhambra.
Dejando de lado lo económico, España, Francia, Italia, Grecia y Malta están más comprometidos con los países de África del Norte por fuertes lazos históricos, culturales y geográficos.
Tomando la iniciativa tal vez en forma prematura, Sarkozy hace dos días que ha señalado la necesidad de lanzar una especie de Plan Marshall para fortalecer el proceso de democratización y contribuir al desarrollo económico y político del África del Norte. Muy loable intención, pero me gustaría saber quién va a poner los fondos necesarios para ejecutarla ya que fondos no es lo que abunda últimamente. Por mi reciente experiencia, para un contribuyente europeo es mucho más lógico y deseable que los africanos se queden en África y, a lo sumo, que sus gobiernos inviertan algo de dinero para ayudarlos temporariamente a superar esta actual coyuntura.
Hay que recordar que la Europa de los 27 tiene socios pobres como Grecia, Portugal, Hungría, Rumania (España está mal, pero tiene una economía muy superior) o Irlanda que tienen gravísimas situaciones económicas y va a ser difícil que se pongan de acuerdo en hacer un plan de ayuda de largo plazo ya que no todos tienen, como Francia, Italia, España o el Reino Unido, grandes intereses económicos o políticos en juego en el Norte de África. No me imagino a los ciudadanos daneses, a los checos o incluso a los alemanes demasiado interesados en gastar dinero en una problemática que, para ellos, es lejana, bastante ajena y de incierto desarrollo. El idealismo suele naufragar cuando se interna en el mar del dinero propio.
Siendo consistente con mis ideas, me permito sugerirle a los europeos que leen EOC que propongan a Sarkozy y compañía una buena medida para el desarrollo a largo plazo del Norte de África y del mundo en general: que la UE levante las políticas restrictivas al comercio y que deje de subsidiar la agricultura.
Muy buena nota cher Enmask,fin de la fiesta,fin de las franelas con los tiranuelos sea en carpas armadas in Paris ou les sables millenaires... Todo para sacarles algún barril de lo que sea ó alguna bailarina de sus harenes.
ReplyDeleteHoy se les presenta el efecto de tanta tolerancia política y diplomática,hay que pagar la factura de la arrogancia y la actitud de dejar a ésos pueblos en manos de caciques montados en camellos.
Cualquier similitud con nuestro
"HUMILDE PARQUE INDOAMERICANO" es una fantasía del que lo saluda...
"Plan Marshall para la democratización y el desarrollo económico y político" MMMMhhhhh
ReplyDeleteY que Occidente ponga los $$$$$????
A cambio de la occidentalización del Norte de África?
Y qué hacemos con el $$$$$$$$ que enviarán los reyes árabes a los Hermanos Musulmanes o cualquier organización musulmana que se presente como alternativa para la gobernabilidad??? Con valores y cultura más cerca de los que estos pueblos ya tienen, le veo más posibilidades...
No sé, pero no veo que compartan el poder una Monarquía Constitucional con Parlamento electo y el Corán...
Andy: me limité a señalar lo que Sarkozy propuso y lo que me parece esa propuesta.
ReplyDeleteNo he mencionado ni una palabra acerca de lo que harían otros estados árabes si todo este proceso revolucionario continúa.
Muy interesante, Enmascarado, queremos más.
ReplyDeleteUna situación que puede convertirse en explosiva. Me imagino que se trata de un cálculo económico (y político). Les sale más barato gastar plata para que se queden en sus países en lugar de tratar de recibirlos y/o expulsarlos de Europa.
Pregunta, ¿por allá también abundan los que exigen que Europa adopte una política de fronteras abiertas, como en EEUU?
No, Louis, solamente los muy progres y que no están con responsabilidades de gobierno proponen fronteras abiertas. Todavía no están tan locos. Además, la crisis ha expuesto a la luz bastante xenofobia que permanecía medio escondida en los tiempos de bonanza económica.
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