La buena noticia es que los problemas económicos argentinos son tan elementales que para solucionarlos no hace falta un genio internacional. Con un mínimo de pericia técnica, sentido común y buena fe debería alcanzar y sobrar para que el país vuelva a ser un país pedorro pero normal más de la región.
Lo verdaderamente preocupante es el populismo clientelista. Una vez que se cae en esa dinámica - una vez que en millones de personas se hace carne el “derecho” de vivir del fruto del trabajo de los demás - honestamente no sé cómo se sale.
Históricamente, el principal recurso del país fue siempre el humano. Argentina contaba por lejos con la población más sana, mejor alimentada y mejor educada de la región. Es realmente increíble que hayan decidido tirar alegremente a la basura semejante ventaja productiva, pudriéndole la cabeza o directamente lobotomizando a millones de personas.
Creo que en algún momento se van a dar cuenta – espero que no sea demasiado tarde – y se querrán cortar las que te jedi de la bronca. Qué desperdicio tan grande.
La solución sí o sí va a ser traumática, tanto para los que viven del clientelismno como para los que lo implementan.
ReplyDeleteNick, la plata en algún momento se termina. Va a ser muy traumático.
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