Me imagino que son concientes de que la Argentina es ésta y que los que no encajamos somos los que pretendemos otra cosa.
Los argentinos - no todos, por supuesto, pero sí una inmensa mayoría – se quejan amargamente y dicen que quieren vivir de otra manera, pero en los hechos les gustan los hombres fuertes. Necesitan alguien que los tengan defecando materia oleaginosa, que por un lado les solucione los problemas y por otro les permita tener a alguien a quien echarle la culpar si las cosas no salen como esperaban.
¿De otra manera cómo se explica que siempre se equivoquen para el mismo lado?
¿Se sale de todo esto? No lo sé. Espero que sí, por el bien de todos, pero tengo mis serias dudas.
Mientras tanto, a disfrutarlo. Porque como decía mi abuelo, calavera no chilla. Y sarna con gusto no pica.
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