No fumo, no lo hice nunca ni permito que en mi casa lo hagan.
Personalmente, prefiero contratar a un eficiente fumador que a un limpio inútil, pero si son empresas privadas creo que están en su derecho de contratar a quien quieran por las razones que sean.
De todos modos, acá entra la hipocresía de comerse juicios por contratar a un tipo en vez de una mina y discriminarla, pero no por lo del tabaco.
No me sorprende que pase en Massachusets o que pasara en California, no lo veo pasando en Texas.
Estoy muy feliz con todas estas legislaciones anti tabaco. Aunque sea por las razones equivocadas. De a poco se va terminando con la impunidad del fumador. No se podría hacer de otra manera. Y no acepto comentarios de fumadores educados y considerados porque son una ínfima minoría.
Luis, si el 100% de los fumadores respetara la libertad de los no fumadores el 100% del tiempo podría llegar a indignarme un poquito. Por eso dije "aunque sea por las razones equivocadas". Aún si el humo del cigarrillo fuera 100% inocuo para la salud, el humo molesta. Es una agresión. Si vos estás a favor de la agresión no podemos seguir conversando.
No solamente estoy de acuerdo sino que creo que habría que prohibir las bebidas alcohólicas y no acepto comentarios de bebedores moderados y educados porque son una minoría, la mayoría son alcohólicos porque así están calificados aquellos que no pueden resistir siete días sin beber alcohol. Hagan la prueba.
Que el tabaco mata y perjudica la salud de los fumadores y de los no fumadores próximos es absolutamente cierto y sería necio negarlo.
Pero, puestos a meterse con la libertad, también habría que prohibir todo aquello que haga daño a largo plazo o afecte o moleste a otras personas. En esta materia mi lista personal es larguísima, reconozco que soy un poco maniático e intolerante, pero seguramente sería compartida por unos cuantos.
Vivir desgasta y termina matando. La mejor prueba es que todos algún día moriremos. Por tanto habría que masacrar a todo el mundo que no se esconda a tiempo y así el mundo quedaría solamente para aquellos que somos inmortales, siempre sanos, no tenemos vicio alguno ni debilidades humanas.
La vida va a ser bastante aburrida, pero habrán logrado su objetivo aquellos que siempre se meten con la libertad ajena en aras de elevados principios cuando en realidad se trata de una ecuación económica muy simple. El estado gasta más en atender las enfermedades del tabaco que lo que recauda en impuestos a las tabacaleras.
El alcohol mata, destruye familias, provoca accidentes y delitos y genera enormes gastos de atención médica, pero a tan largo plazo que lo que se recauda vía impuestos alcanza y sobra.
Los borrachos me caen mal, son molestos, gritones, apestan a alcohol, vomitan, orinan a la vista de cualquiera (cuando no se orinan encima) y deterioran la calidad de vida de ellos y de los demás. ¿O alguien conoce algún borracho consuetudinario que sea encantador? (Sajones, abstenerse de opinar porque hay muchos que creemos que sus borrachos NO son agradables aunque hayan sido poetas, escritores, políticos o generales valiosos).
¿Por qué razón tengo que aguantarme a una banda de mamados armando ruido en la calle o jodiendo a mi familia? Respuesta: porque a la mayoría de las personas le gusta beber y por lo tanto tengo que ser tolerante. Que se jodan por alcohólicos, pero que no me jodan a mí que soy abstemio. Es el mismo criterio de los antitabaco a ultranza.
¿Por qué no puedo fumar en mi casa o en una plaza pública al aire libre donde si el humo molesta es cuestión de alejarse unos pocos metros.
Apliquemos la misma vara o dejemos de llamarnos liberales y seamos intolerantes absolutos. Igual nos vamos a encontrar al final del camino, muertos.
Parece que me voy a meter nomás en cuestiones bizantinas. La libertad implica necesariamente el derecho tomar las decisiones equivocadas, siempre y cuando no afecte los derechos de los demás.
A mi me molestan las emanaciones de los autos, sean diesel o nafteros, con o sin catalizador, es sabido que lo que echan por detrás es cancerígeno y degrada el medio ambiente.
De los alcohólicos como de sus detractores, lo que más me molestan son las boludeces que dicen, que contaminan el sentido común y no podés hacer nada para evitarlos.
@Mike: Fuman en el patio, o en la plaza que está a la vuelta. Tampoco soy un Eric Bertholds.
Y en esta, adhiero tanto a Sine Metu como a Louis, porque el humo me rompe los hu**os y molesta mucho, pero, ¿dónde termina el buenismo anti-todo-lo-malo?
Debo ser la ùnica ex fumadora que esta feliz de serlo porque la ropa no tiene un olor tremendo, ni las manos, ni el pelo ni la casa ni el auto... ni mi piel está reseca ni mis manos amarillas, ni mi garganta sonando como Tom Waits un domingo a la mañana.
Antes no podia correr ni a la tortuga y ahora puedo trotar feliz y contenta, puedo cerrar la ventana en invierno y me di cuenta de que la calefacciòn de mi casa es suficiente. No me pierdo conversaciones ni dejo de socializar por" ir a fumar afuera" y siempre tengo olor a perfume!!
Y ni que decir de mis chicos que ahora me abrazan y me besan sin poner cara de asco.
Por lo visto a mi morirme me importaba poco porque yo el ènfasis lo puse en las cosas lindas de la vida, en lo que ganè y no en lo que evitè.
Si las campañas antitabaco se centraran más en esas cosas creo que no serían tan vapuleadas.
Soy libertario, por lo tanto soy mas que rigido en este tipo de cuestiones. Tu casa, tu restaurante, tu empresa, tus reglas; mi casa, mi restaurante, mi empresa, mis reglas. Si no me gustan tus reglas, no entro, si no te gustan mis reglas no vengas. No hay ofensa, ni enojo. Para todo el resto, seamos tolerantes y comprensivos los unos con los otros, yo no te voy a fumar en la cara si te molesta, pero no me pidas que apague el cigarillo si estoy en un parque a mas de 10 metros. Bueno me voy a dormir, porque me quede sin cigarrillos.
(El intento de dirigir la vida de los otros, o criminalicemos al que es diferente)
Hoy es común oir referencias a esta cuestión a la que se ha denominado aparatosamente “fumador pasivo”. ¿ A qué responde esta atención desmesurada a un asunto que no parece importante ? Si se piensa que las cantidades de humo inspiradas por este involuntario “fumador” son insignificantes no termina de entenderse esta cuestión. Un cálculo sencillo realizado por mí, de la aspiración involuntaria de humo por parte de un no fumador que acompaña a un fumador en una habitación cerrada de regulares dimensiones me dio para una hora de permanencia que la cantidad de humo “fumado” por el no fumador era el equivalente a o,oo35 cigarrillos por cada cigarrillo fumado por el fumador. Vale decir que el no fumador “fuma” menos de cuatro milésimas de cigarrillo por cigarrillo consumido por el fumador.
Mis apreciaciones se vieron confirmadas mas tarde por un calculo (que debe ser mas preciso y cuidadoso que el mío) informado en un estudio publicado en el New England Journal of Medicine para 1975 que afirma que en los lugares públicos (cuando se permitía fumar en todos lados) las concentraciones de humo en el aire aspiradas por un no fumador equivalían a fumar o,oo4 cigarrillos por hora. Se trata como vemos en ambos casos de cantidades del mismo orden , realmente insignificantes (verdaderas diluciones homeopáticas) como para provocar en el no fumador enfermedades asociadas al tabaco semejantes a las sufridas por un alto porcentaje de fumadores como se pretende hacer creer últimamente con una información pretendidamente científica a la que se hace referencia.
Mi sentido común me dice que algo “no cierra” en este asunto cosa que terminé de confirmar con un vistazo a los informes e investigaciones científicas sobre la materia que me ha causado una muy desagradable sorpresa. No existen tales informes sobre efectos perjudiciales del tabaco en no fumadores. Todo lo que se afirma sobre el llamado “fumador pasivo” es lisa y llanamente una falsedad.
Existen básicamente dos tipos de estudios. Hay investigaciones realizadas en base a cuestionarios sobre la acción del agente patógeno en el pasado en sujetos enfermos y sanos, y las otras, mucho más precisas, son estudios verificables a lo largo del tiempo realizados en base a seguimientos en el largo plazo de poblaciones expuestas al agente patógeno.
1 - En las primeras que en las técnicas estadísticas se denominan estudio de “casos-control” se analiza un grupo de sujetos enfermos llamado “casos” y otro de sujetos sanos llamado “control”. En estos estudios todos son no fumadores (en ambos grupos) y las preguntas versan sobre la exposición que ellos recuerdan o creen que tuvieron al humo del tabaco en el pasado. Como se puede suponer se trata de una investigación muy poco precisa ya que está sesgada por imprecisiones en el recuerdo, falta de patrones o módulos de medición y comparación, y subjetividad debida al estado de los sujetos que ya enfermos elaboran consciente o inadvertidamente su propia hipótesis de causas. De estos estudios hay un centenar realizados a la fecha. Siempre se trata de un número bajo de individuos en todas las muestras por lo que estadísticamente tampoco estas son representativas de nada. Los valores arrojados en muchos de estos estudios que muestran una muy débil incidencia a favor de esta hipótesis del “fumador pasivo” tampoco cumplen los requisitos mínimos de la ciencia estadística que exige altos valores definitorios, baja dispersión, buen intervalo de confiabilidad etc, por lo que sus resultados no pueden ser tenidos en cuenta y consecuentemente no permiten afirmar nada. Por otra parte vestir con un ropaje matemático a afirmaciones vagas, poniéndole números es simular una precisión que está ausente en todas estas investigaciones.
2 - De las segundas que son costosas pero serias y precisas y requieren largos plazos de seguimiento y observación hay dos. Son las que deben tomarse en cuenta.
La primera emprendida a instancias de la Organización Mundial de la Salud realizada en siete países durante siete años sobre efectos del humo en hijos de fumadores arrojó inesperadamente un resultado contrario al esperado mostrando menor incidencia de enfermedades pulmonares en hijos de fumadores que en hijos de no fumadores. La tendencia fue pronunciada cosa que llama la atención.
La última que voy a exponer es de lejos la más importante y más precisa de todas, y la única que por el momento puede tenerse en cuenta. Dos estudiosos ; James Enstrom de la UCLA y Geoffrey Kabbat de la State University of New York Stony Brook, dirigieron una investigación en California siguiendo a unos 35000 no fumadores durante 39 años, analizando luego los casos de enfermedades asociadas al tabaco y la relación causal con la inspiración pasiva de humo de tabaco. Los resultados de esta investigación la mas seria de todas por el plazo, precisión en el control, unidad de criterio y número de personas estudiadas, no mostró ninguna relación significativa entre dichas dolencias y el hecho de ser “fumadores pasivos”. No hubo mayor cantidad de estas enfermedades en los llamados “fumadores pasivos”, que en los otros no expuestos al humo del tabaco. La hipótesis del “fumador pasivo” como grupo de riesgo no pudo ser confirmada de ninguna manera.
Los resultados estos no deben llamarnos la atención vista la reflexión con la que empiezo esta exposición. La cantidad de humo aspirado por terceros no fumadores es insignificante como para tener efecto alguno. Creo que mas vale el sentido común (mas el buen sentido como diría Ingenieros ) que muchas investigaciones científicas.
Pero las reflexiones que se me ocurre hacer son inquietantes. No me opongo a las prohibiciones de fumar en lugares públicos en donde el no fumador a quien le resulta molesto o desagradable el humo no tiene opciones a su favor. Eso es correcto.
Lo que no es admisible es que se promulgue toda una legislación con el pretexto de imaginarios daños a terceros. Esta legislación y este aire prohibicionista han conseguido que el fumador sea visto como un individuo gravemente dañino hasta el hecho de provocar aversión en mucha gente. Se lo ha criminalizado injustamente y sin prueba alguna. Se habla ya para un futuro de la prohibición de no fumar en los autos, en el propio hogar y aún hay mente afiebradas que dudan dejar en manos de sus padres a los hijos de fumadores. ¡Pobres hijos de padres irresponsables!
¿O será que se trata de acosar al fumador para que no fume más? Si es así, se lo hace en forma inmoral ya que se pretende forzarlo persiguiéndolo mediante mentiras. ¡ Qué afán malsano de meterse en la vida de los otros para señalarles el rumbo!
Vivimos en una época en donde el oscurantismo se terminó, nos dicen. Ya no están las religiones para crear intolerancia...(dicen algunos por ahí) ¿Y esto de criminalizar al diferente no es intolerancia acaso? Se lo hace en nombre de “la ciencia” para que la intolerancia tenga razones. ¿Antes era la religión y ahora es “la ciencia” ? O será que la intolerancia siempre busca razones para justificar sus atropellos...?
No fumo, no lo hice nunca ni permito que en mi casa lo hagan.
ReplyDeletePersonalmente, prefiero contratar a un eficiente fumador que a un limpio inútil, pero si son empresas privadas creo que están en su derecho de contratar a quien quieran por las razones que sean.
De todos modos, acá entra la hipocresía de comerse juicios por contratar a un tipo en vez de una mina y discriminarla, pero no por lo del tabaco.
No me sorprende que pase en Massachusets o que pasara en California, no lo veo pasando en Texas.
Callate, vos vas a vivir como te diga un funcionario que tienes que vivir.
ReplyDeleteLet them try =L
ReplyDeleteFer, y que pasa si un amigo de visita en tu casa saca un porrito ? ^^
ReplyDeleteEstoy muy feliz con todas estas legislaciones anti tabaco. Aunque sea por las razones equivocadas.
ReplyDeleteDe a poco se va terminando con la impunidad del fumador.
No se podría hacer de otra manera.
Y no acepto comentarios de fumadores educados y considerados porque son una ínfima minoría.
Siendo un ex fumador, estoy muy de acuerdo con Sine Metu... Y reconozco que fui un irrespetuoso.
ReplyDeleteAdemás el pucho hace mal, y todo lo que se haga para desalentar su consumo, me parece perfecto...
No me quiero meter en una cuestión bizantina, pero con ese criterio se podría prohibir todo lo que hace mal.
ReplyDeleteLuis, si el 100% de los fumadores respetara la libertad de los no fumadores el 100% del tiempo podría llegar a indignarme un poquito.
ReplyDeletePor eso dije "aunque sea por las razones equivocadas". Aún si el humo del cigarrillo fuera 100% inocuo para la salud, el humo molesta. Es una agresión. Si vos estás a favor de la agresión no podemos seguir conversando.
Epa.
ReplyDeleteLouis, entiendo a lo que vas... Y en general comparto esa idea, por eso hable de desalentar y no de prohibir...
ReplyDeleteNo solamente estoy de acuerdo sino que creo que habría que prohibir las bebidas alcohólicas y no acepto comentarios de bebedores moderados y educados porque son una minoría, la mayoría son alcohólicos porque así están calificados aquellos que no pueden resistir siete días sin beber alcohol. Hagan la prueba.
ReplyDeleteQue el tabaco mata y perjudica la salud de los fumadores y de los no fumadores próximos es absolutamente cierto y sería necio negarlo.
Pero, puestos a meterse con la libertad, también habría que prohibir todo aquello que haga daño a largo plazo o afecte o moleste a otras personas. En esta materia mi lista personal es larguísima, reconozco que soy un poco maniático e intolerante, pero seguramente sería compartida por unos cuantos.
Vivir desgasta y termina matando. La mejor prueba es que todos algún día moriremos. Por tanto habría que masacrar a todo el mundo que no se esconda a tiempo y así el mundo quedaría solamente para aquellos que somos inmortales, siempre sanos, no tenemos vicio alguno ni debilidades humanas.
La vida va a ser bastante aburrida, pero habrán logrado su objetivo aquellos que siempre se meten con la libertad ajena en aras de elevados principios cuando en realidad se trata de una ecuación económica muy simple. El estado gasta más en atender las enfermedades del tabaco que lo que recauda en impuestos a las tabacaleras.
El alcohol mata, destruye familias, provoca accidentes y delitos y genera enormes gastos de atención médica, pero a tan largo plazo que lo que se recauda vía impuestos alcanza y sobra.
Los borrachos me caen mal, son molestos, gritones, apestan a alcohol, vomitan, orinan a la vista de cualquiera (cuando no se orinan encima) y deterioran la calidad de vida de ellos y de los demás. ¿O alguien conoce algún borracho consuetudinario que sea encantador?
(Sajones, abstenerse de opinar porque hay muchos que creemos que sus borrachos NO son agradables aunque hayan sido poetas, escritores, políticos o generales valiosos).
¿Por qué razón tengo que aguantarme a una banda de mamados armando ruido en la calle o jodiendo a mi familia?
Respuesta: porque a la mayoría de las personas le gusta beber y por lo tanto tengo que ser tolerante. Que se jodan por alcohólicos, pero que no me jodan a mí que soy abstemio. Es el mismo criterio de los antitabaco a ultranza.
¿Por qué no puedo fumar en mi casa o en una plaza pública al aire libre donde si el humo molesta es cuestión de alejarse unos pocos metros.
Apliquemos la misma vara o dejemos de llamarnos liberales y seamos intolerantes absolutos. Igual nos vamos a encontrar al final del camino, muertos.
Parece que me voy a meter nomás en cuestiones bizantinas. La libertad implica necesariamente el derecho tomar las decisiones equivocadas, siempre y cuando no afecte los derechos de los demás.
ReplyDeleteA mi me molestan las emanaciones de los autos, sean diesel o nafteros, con o sin catalizador, es sabido que lo que echan por detrás es cancerígeno y degrada el medio ambiente.
ReplyDeleteDe los alcohólicos como de sus detractores, lo que más me molestan son las boludeces que dicen, que contaminan el sentido común y no podés hacer nada para evitarlos.
Saludos muchachos!
@Mike: Fuman en el patio, o en la plaza que está a la vuelta. Tampoco soy un Eric Bertholds.
ReplyDeleteY en esta, adhiero tanto a Sine Metu como a Louis, porque el humo me rompe los hu**os y molesta mucho, pero, ¿dónde termina el buenismo anti-todo-lo-malo?
Bien por los dos Luises, the owner y el comentarista.
ReplyDeleteLibertad, de la mano del sentido comun.
Si no, es ridiculo criticar y llenarse la boca en contra de los fundamentalistas, autoritarios e hipocritas varios.
No le parece?
Debo ser la ùnica ex fumadora que esta feliz de serlo porque la ropa no tiene un olor tremendo, ni las manos, ni el pelo ni la casa ni el auto... ni mi piel está reseca ni mis manos amarillas, ni mi garganta sonando como Tom Waits un domingo a la mañana.
ReplyDeleteAntes no podia correr ni a la tortuga y ahora puedo trotar feliz y contenta, puedo cerrar la ventana en invierno y me di cuenta de que la calefacciòn de mi casa es suficiente. No me pierdo conversaciones ni dejo de socializar por" ir a fumar afuera" y siempre tengo olor a perfume!!
Y ni que decir de mis chicos que ahora me abrazan y me besan sin poner cara de asco.
Por lo visto a mi morirme me importaba poco porque yo el ènfasis lo puse en las cosas lindas de la vida, en lo que ganè y no en lo que evitè.
Si las campañas antitabaco se centraran más en esas cosas creo que no serían tan vapuleadas.
Soy libertario, por lo tanto soy mas que rigido en este tipo de cuestiones. Tu casa, tu restaurante, tu empresa, tus reglas; mi casa, mi restaurante, mi empresa, mis reglas. Si no me gustan tus reglas, no entro, si no te gustan mis reglas no vengas. No hay ofensa, ni enojo.
ReplyDeletePara todo el resto, seamos tolerantes y comprensivos los unos con los otros, yo no te voy a fumar en la cara si te molesta, pero no me pidas que apague el cigarillo si estoy en un parque a mas de 10 metros.
Bueno me voy a dormir, porque me quede sin cigarrillos.
El cuento del fumador pasivo.
ReplyDelete(El intento de dirigir la vida de los otros, o criminalicemos al que es diferente)
Hoy es común oir referencias a esta cuestión a la que se ha denominado aparatosamente “fumador pasivo”. ¿ A qué responde esta atención desmesurada a un asunto que no parece importante ? Si se piensa que las cantidades de humo inspiradas por este involuntario “fumador” son insignificantes no termina de entenderse esta cuestión. Un cálculo sencillo realizado por mí, de la aspiración involuntaria de humo por parte de un no fumador que acompaña a un fumador en una habitación cerrada de regulares dimensiones me dio para una hora de permanencia que la cantidad de humo “fumado” por el no fumador era el equivalente a o,oo35 cigarrillos por cada cigarrillo fumado por el fumador. Vale decir que el no fumador “fuma” menos de cuatro milésimas de cigarrillo por cigarrillo consumido por el fumador.
Mis apreciaciones se vieron confirmadas mas tarde por un calculo (que debe ser mas preciso y cuidadoso que el mío) informado en un estudio publicado en el New England Journal of Medicine para 1975 que afirma que en los lugares públicos (cuando se permitía fumar en todos lados) las concentraciones de humo en el aire aspiradas por un no fumador equivalían a fumar o,oo4 cigarrillos por hora.
Se trata como vemos en ambos casos de cantidades del mismo orden , realmente insignificantes (verdaderas diluciones homeopáticas) como para provocar en el no fumador enfermedades asociadas al tabaco semejantes a las sufridas por un alto porcentaje de fumadores como se pretende hacer creer últimamente con una información pretendidamente científica a la que se hace referencia.
Mi sentido común me dice que algo “no cierra” en este asunto cosa que terminé de confirmar con un vistazo a los informes e investigaciones científicas sobre la materia
que me ha causado una muy desagradable sorpresa. No existen tales informes sobre efectos perjudiciales del tabaco en no fumadores. Todo lo que se afirma sobre el llamado “fumador pasivo” es lisa y llanamente una falsedad.
Existen básicamente dos tipos de estudios. Hay investigaciones realizadas en base a cuestionarios sobre la acción del agente patógeno en el pasado en sujetos enfermos y sanos, y las otras, mucho más precisas, son estudios verificables a lo largo del tiempo realizados en base a seguimientos en el largo plazo de poblaciones expuestas al agente patógeno.
1 - En las primeras que en las técnicas estadísticas se denominan estudio de “casos-control” se analiza un grupo de sujetos enfermos llamado “casos” y otro de sujetos sanos llamado “control”. En estos estudios todos son no fumadores (en ambos grupos) y las preguntas versan sobre la exposición que ellos recuerdan o creen que tuvieron al humo del tabaco en el pasado. Como se puede suponer se trata de una investigación muy poco precisa ya que está sesgada por imprecisiones en el recuerdo, falta de patrones o módulos de medición y comparación, y subjetividad debida al estado de los sujetos que ya enfermos elaboran consciente o inadvertidamente su propia hipótesis de causas. De estos estudios hay un centenar realizados a la fecha. Siempre se trata de un número bajo de individuos en todas las muestras por lo que estadísticamente tampoco estas son representativas de nada. Los valores arrojados en muchos de estos estudios que muestran una muy débil incidencia a favor de esta hipótesis del “fumador pasivo” tampoco cumplen los requisitos mínimos de la ciencia estadística que exige altos valores definitorios, baja dispersión, buen intervalo de confiabilidad etc, por lo que sus resultados no pueden ser tenidos en cuenta y consecuentemente no permiten afirmar nada.
Por otra parte vestir con un ropaje matemático a afirmaciones vagas, poniéndole números es simular una precisión que está ausente en todas estas investigaciones.
2 - De las segundas que son costosas pero serias y precisas y requieren largos plazos de seguimiento y observación hay dos. Son las que deben tomarse en cuenta.
ReplyDeleteLa primera emprendida a instancias de la Organización Mundial de la Salud realizada en siete países durante siete años sobre efectos del humo en hijos de fumadores arrojó inesperadamente un resultado contrario al esperado mostrando menor incidencia de enfermedades pulmonares en hijos de fumadores que en hijos de no fumadores.
La tendencia fue pronunciada cosa que llama la atención.
La última que voy a exponer es de lejos la más importante y más precisa de todas, y la única que por el momento puede tenerse en cuenta. Dos estudiosos ; James Enstrom de la UCLA y Geoffrey Kabbat de la State University of New York Stony Brook, dirigieron una investigación en California siguiendo a unos 35000 no fumadores durante 39 años, analizando luego los casos de enfermedades asociadas al tabaco y la relación causal con la inspiración pasiva de humo de tabaco. Los resultados de esta investigación la mas seria de todas por el plazo, precisión en el control, unidad de criterio y número de personas estudiadas, no mostró ninguna relación significativa entre dichas dolencias y el hecho de ser “fumadores pasivos”. No hubo mayor cantidad de estas enfermedades en los llamados “fumadores pasivos”, que en los otros no expuestos al humo del tabaco. La hipótesis del “fumador pasivo” como grupo de riesgo no pudo ser confirmada de ninguna manera.
Los resultados estos no deben llamarnos la atención vista la reflexión con la que empiezo esta exposición. La cantidad de humo aspirado por terceros no fumadores es insignificante como para tener efecto alguno. Creo que mas vale el sentido común (mas el buen sentido como diría Ingenieros ) que muchas investigaciones científicas.
Pero las reflexiones que se me ocurre hacer son inquietantes. No me opongo a las prohibiciones de fumar en lugares públicos en donde el no fumador a quien le resulta molesto o desagradable el humo no tiene opciones a su favor. Eso es correcto.
Lo que no es admisible es que se promulgue toda una legislación con el pretexto de imaginarios daños a terceros. Esta legislación y este aire prohibicionista han conseguido que el fumador sea visto como un individuo gravemente dañino hasta el hecho de provocar aversión en mucha gente. Se lo ha criminalizado injustamente y sin prueba alguna. Se habla ya para un futuro de la prohibición de no fumar en los autos, en el propio hogar y aún hay mente afiebradas que dudan dejar en manos de sus padres a los hijos de fumadores. ¡Pobres hijos de padres irresponsables!
¿O será que se trata de acosar al fumador para que no fume más? Si es así, se lo hace en forma inmoral ya que se pretende forzarlo persiguiéndolo mediante mentiras. ¡ Qué afán malsano de meterse en la vida de los otros para señalarles el rumbo!
Vivimos en una época en donde el oscurantismo se terminó, nos dicen. Ya no están las religiones para crear intolerancia...(dicen algunos por ahí)
¿Y esto de criminalizar al diferente no es intolerancia acaso? Se lo hace en nombre de “la ciencia” para que la intolerancia tenga razones.
¿Antes era la religión y ahora es “la ciencia” ? O será que la intolerancia siempre busca razones para justificar sus atropellos...?
Quienes quieran aproximarse al tema técnico pueden ver un resumen de divulgación en:
ReplyDeletehttp://mitosyfraudes.org/Humo/matar_debate.html
Para verlo en detalle :
http://mitosyfraudes.org/Humo/Fumador-1.html
Y por último creo que este enfoque vale la pena
http://mitosyfraudes.org/Humo/Ortorexia.html