Pero el solo hecho de que sea uno de los dos candidatos más votados es para preocuparse en serio.
Espero que los peruanos no terminen por tirar a la basura todo lo que avanzaron, como hicieron tan entusiastamente los argentinos:
Perú está frente a la llamada "paradoja del crecimiento infeliz". Después de haber crecido -fuerte y sostenidamente- desde el 2002, generando un notable y exitoso proceso de cambio. No obstante, un sector de la población -particularmente en el "Perú profundo"- no "siente" aún los beneficios de lo ocurrido. El más rezagado, ciertamente. Y prefiere una apuesta distinta, por el corto plazo. Por esto vale lo del respetado encuestador peruano Alfredo Torres, cuando dice "el Perú ha avanzado y va por buen camino y (confío en) que si la ciudadanía no cae en la tentación autoritaria, ni en la vocación paternalista, ni en el ánimo derrotista, nuestro país será más democrático, más desarrollado y más feliz en el 2021". Cuando se celebre el bicentenario del país hermano. Ojalá sea así.
Mientras los discursos de los populistas resuenen ante los pobres, mientras la gente crea en las soluciones mágicas de la inflación, las confiscaciones, la "redistribución" y la cerrazón comercial, nada estará seguro.
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