En otro tipo de sociedades, en lugar de seguir con la queja (justificada o injustificada) por los siglos de los siglos, amén, los familiares de las víctimas de Cromañón hubieran creado fundaciones/ONGs para generar conciencia sobre lo peligroso que resulta la cultura de la desidia y la improvisación permanente.
Otra manifestación del mismo problema, que en fondo es de actitud ante la vida. Me acuerdo que en 2001, el impresentable de Mendiguen vendió una empresa de ropa para chicos que tenía (creo que era Cheeky) por varios millones de dólares a un fondo de inversiones internacional. En otro tipo de sociedades, en lugar de buscar que sus dólares le rindan más haciendo que el resto de la gente sea más pobre con una devaluación, los hubiera invertido inmediatamente para crear otra empresa y seguir ganando plata.
Coniglio era la empresa de De Mendicurren.
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