¿Gaddafi gobernador 2011?

¡¿Gaddafi gobernador 2011?!

S.O. Press, Buenos Aires, 1ero de marzo de 2011

Pasan las horas y la situación de Gaddafi se complica en Libia. Si bien el heroico líder africano promete resistir hasta el fin, en las últimas horas han circulado fuertes rumores de una salida a esta crisis mediante la intervención del gobierno argentino.

Importantes fuentes cercanas a presidencia de la nación a las que S.O. Press tuvo acceso afirman que el cristinismo auténtico pergeña un plan que incluiría la oferta de asilo político al presidente libio. Pero el plan no quedaría limitado a un convencional asilo político a un líder nacional amigo en desgracia. El Frente para la Victoria necesita de un candidato oficialista a la gobernación de la provincia de Buenos Aires que atraiga votos para la reelección de Cristina F. de Kirchner y considera al genial libio como a una atractiva alternativa colectora y, por qué no, triunfadora en las elecciones de este año.

Todo comenzó sólo como una oferta de asilo a un amigo en desgracia, luego la idea de la candidatura surgió como un comentario jocoso y, finalmente, ante la escasez de candidatos, la mesa política kirchnerista se propuso analizar los puntos en favor y en contra e incluso encargó encuestas de opinión sobre la figura de Gaddafi. Tanto estos análisis como la precariedad de la situación de Gaddafi en Libia, así como los favorables resultados de las encuestas, condujeron a una aceleración de las gestiones en pro de la mencionada oferta de asilo, naturalización y candidatura.

Varios operadores políticos kirchneristas se asombraron ante la cantidad de coincidencias del pastorismo con el ideario gaddafiano. Ambos líderes abrazaron la carrera militar y accedieron al poder por intermedio de revoluciones militares, arribando desde grados medios. Ambos escribieron libros acerca de sus novedosas filosofías políticas. En 1977, Gaddafi proclamó que Libia cambiaba su forma de gobierno de república a "jamahiriya" (gobierno de las masas). También profesa Gaddafi una vocación continental; tras la muerte de Nasser intentó liderar al nacionalismo pan-árabe así como apoyó a los nuevos líderes africanos nacionalistas; líderes de la enorme talla, por ejemplo, de Idi Amín. También propone Gaddafi un modelo de petróleo y recursos estratégicos en manos del estado, así como un socialismo nacionalista. Tiene un compromiso con los derechos humanos puesto de manifiesto en la pertenencia de Libia en el comité de Derechos Humanos de la O.N.U. El propio general Pastor estableció amistosas relaciones con el líder libio, unidos ambos en la Tercera Posición. Y una figura trascendental, el “Tío” Cámpora, prócer del kirchnerismo, favorecía el acercamiento a Gaddafi. No sólo ello, varios comandantes montoneros recibieron adiestramiento militar en Libia. Asimismo, muchas fuentes militares sostienen también que capitales libios impulsaron el proyecto del misil Cóndor II, rastreramente entregado por Carlos Saúl Alí-Babá en el altar del sometimiento al imperialismo.

Visita a Trípoli en 2008 al altar del antiamericanismo libio

La propia Cristina F. de Kirchner dijo en 2008 que “es necesario sumar voluntades de todos los que creemos que debe existir una sociedad más justa” y que “al igual que el líder de la Nación libia, hemos sido militantes políticos desde muy jóvenes, hemos abrazado ideas y convicciones muy fuertes y con un sesgo fuertemente cuestionador del statu quo”.

Yendo un poco más lejos, hasta la revista Gente describió a Gaddafi en 1974 como “gran admirador del General Pastor”.

Como todo líder comprometido con los derechos humanos y opuesto al imperialismo, Gaddafi ha sido perseguido por los Estados Unidos, que hasta intentaron asesinarlo en 1986 bombardeando su casa, donde murió una hija, y cuyas ruinas visitara nuestra presidenta Cristina en 2008 dejando esta conmovedora nota: "impresionante y terrible testimonio, con solidaridad ante el horror por la pequeña Hana".

Pero, más allá de los impresionantes antecedentes de este líder anti-imperialista, los operadores también hallaron en él varias condiciones para pelear la gobernación bonaerense. Nadie puede negar de que se trata de un líder de “mano dura”, algo que el electorado bonaerense demanda hoy; con esa imagen podría restarle votos a De Narváez. Por otra parte, su trayectoria anti-norteamericana es impecable, lo que lo haría atractivo al electorado argentino en general y, en particular, al de Pino Solanas y del resto de la izquierda vernácula. Como notable ventaja también destacaron que no puede ser candidato a presidente por ser extranjero, al igual que De Narváez.

Quedarían algunos inconvenientes por enfrentar. El primero de ellos es la resistencia de los intendentes del conurbano, a los que Gaddafi podría amedrentar con sus “voluntarios” del Chad, que también están requiriendo urgente refugio. El segundo es el de la residencia, aunque debemos notar que Néstor Kirchner, el fenecido prócer santacruceño, llegó a ser diputado por la provincia de Buenos Aires sin muchos obstáculos. El tercero es el del notorio pasado de apoyo al terrorismo de Gaddafi. Pero, por propia experiencia, varios políticos de la entraña kirchnerista han observado en Argentina que, si hay planes sociales en abundancia, muchos billetes de cien pesos circulando y tarifas de servicios públicos inmóviles, el pasado terrorista es sólo una anécdota. En cuanto a la oposición de los EE.UU. y Europa, un operador nos comentó “les hicimos un pagadios de cien mil millones de dólares y aquí estamos, vivitos y coleando.”

Algunos cuadros entusiastas se han anticipado al anuncio oficial

Pasando a los aspectos operativos, la campaña que conciben desde el kirchnerismo sería la de argentinizar a Gaddafi, cambiar su túnica por un poncho, presentar a su hijo futbolista y llevarlo junto con la presidenta Cristina a todas las inauguraciones y anuncios de obras públicas y planes sociales.

Les anticipamos una cálida y entusiasta recepción

También, y aunque parezca mentira, Gaddafi representa una figura feminista. Fundó en Libia a la Guardia Amazónica, un grupo de mujeres que se encarga de la seguridad personal de Gaddafi cuando viaja por el mundo, compuesto por 200 mujeres vírgenes expertas en artes marciales en el uso de armas de fuego y todo tipo de combate en general, expertas en pilotear aviones, helicópteros y barcazas, entrenadas como francotiradoras y expertas en armas blancas.

Sin lugar a dudas, la Guardia Amazónica representaría un excelente recurso en campaña, tanto para atraer al hombre promedio del conurbano como para amedrentar a opositores. Cuando menos, podrían alquilarse a líderes sindicales para obtener apoyos.

Por lo pronto, el gobierno argentino se resiste a condenar al líder libio para no dar lugar luego a críticas opositoras.

Como comentario final, fuentes cercanas a la presidencia nos han hecho saber que la propia Cristina admira la forma en que el libio ha logrado silenciar a la oposición por tanto tiempo, así como ambiciona su título de “Hermano Líder y Guía de la Revolución”.

Sin lugar a dudas, aún si Gaddafi no llegara a conquistar la gobernación de la provincia de Buenos Aires, podría llegar a ser un formidable ministro del interior y un aventajado asesor de presidencia.