La "Hora de la Tierra", aniquilada en pocas frases

Estuve celebrando en casa la "Hora del Éxito Humano", como corresponde prendí las luces y la TV, usé Internet y me tomé una bebida fría en honor al ingenio humano.

A la tarde estuve en el Carrefour de Warnes donde cada tanto por los parlantes una voz dramática recordaba que el calentamiento global es una amenaza al planeta pero que si todos apagamos la luz y nos afiliamos a Vida Silvestre, podemos evitarlo. Tuve la tentación de irme a la mierda y dejar el carrito cargado, eso hubiera sido lo moralmente correcto. Quisiera ver si apagaron las luces a las 20:30 estos hipócritas.

Gracias a Luis Nicastro, por este gran artículo traducido sobre el tema.

Ross Mac Kitrick es un profesor de Economía canadiense especialista en estadística que junto con Steve Mac Intyre denunció con un exhaustivo estudio estadístico la falacia de la famosa gráfica del Palo de Hockey de Mann y otros, principal caballito de batalla del catastrofismo ambiental que a raiz de ello fuera retirada del informe del IPCC sin decir palabra.

Consultado acerca del “La Hora de la Tierra” responde entre otras cosas :

“Aborrezco a la Hora de la Tierra. La electricidad abundante y barata ha sido la fuente más grande de liberación humana en el siglo 20. Todos los avances sociales en el siglo 20 dependieron de la proliferación de electricidad económica y confiable. Muchos de los pobres del mundo sufren condiciones ambientales brutales en sus propios hogares a causa de la necesidad de cocinar en su interior sobre fuegos que queman leña y guano de animales. Esto provoca deforestación y la proliferación del humo y enfermedades pulmonares relacionadas con los parásitos. Cualquiera que desee ver el mejoramiento de las condiciones locales en el Tercer Mundo debería darse cuenta de la importancia del acceso a la electricidad barata generada por usinas que emplean combustibles fósiles. Después de todo, esa es la manera en la que se desarrolló Occidente. Toda la mentalidad que rodea a la Hora de la Tierra demoniza a la electricidad. Yo no puedo hacerlo, en su lugar la celebro y todo lo que ha provisto a la humanidad.”

Y propone a los cultores de esta medida ser más consecuentes con lo que sostienen :

“La gente que ve virtud en deshacerse de la electricidad debería desconectar sus heladeras, cocinas, microondas, computadoras, calefones eléctricos, luces, TV y todos los demás artículos hogareños durante un mes, no una hora. Y presentarse en la unidad coronaria y pulmotores de los hospitales y desconectar allí también la electricidad.”

Deja por último un mensaje a la gente lúcida :

“No quiero volver a la Naturaleza. Viajar a zonas golpeadas por terremotos, inundaciones y huracanes para ver que tan lindo es volver a la naturaleza. Para los humanos, vivir en la “naturaleza” significa una vida más corta marcada por la violencia, enfermedad e ignorancia. Gente que trabaja para terminar con la pobreza y aliviar las enfermedades están luchando contra la naturaleza. Yo espero que ellos dejen sus luces encendidas.”

La nota completa original en Watts Up With That.