Definitivamente, es en serio. Esta juventud militante está alimentada por el resentimiento. No hay vuelta que darle.
Esto último, por supuesto, será negado por una gran mayoría de jóvenes que se dicen abnegados, con ganas de construir una sociedad igualitaria y que no esperan pasivamente la acción de la democracia representativa (que por cierto, odian con el alma en el instante en el que aparece el disenso). Creo que estos militantes se dividen en dos. Los que lideran y los que siguen. El problema radica en que los que siguen no pueden hacer la simple cuenta del lugar adonde deparan las políticas del igualitarismo estatista y qué consecuencias tienen. Esta gente se recupera. En cambio, los que lideran ya son cínicos y su delirio ideológico no se borra más.
Otra cosa que me parece dramática de este neoperonismo juvenil son esos coqueteos constantes con el Maoísmo (el "que florezcan mil flores" de ahí arriba; las loas de CFK cuando visitó China basadas en los delirios historiográficos de la izquierda nacional - Mao y Perón eran iguales). Da miedo ver que en una época donde hay Internet y la información fluye quieran dejar de ver el desastre de la experiencia maoísta acreedora de, entre otros, decenas de millones de muertes.
Yo creo que es en serio.
ReplyDeleteDefinitivamente, es en serio. Esta juventud militante está alimentada por el resentimiento. No hay vuelta que darle.
ReplyDeleteEsto último, por supuesto, será negado por una gran mayoría de jóvenes que se dicen abnegados, con ganas de construir una sociedad igualitaria y que no esperan pasivamente la acción de la democracia representativa (que por cierto, odian con el alma en el instante en el que aparece el disenso). Creo que estos militantes se dividen en dos. Los que lideran y los que siguen. El problema radica en que los que siguen no pueden hacer la simple cuenta del lugar adonde deparan las políticas del igualitarismo estatista y qué consecuencias tienen. Esta gente se recupera. En cambio, los que lideran ya son cínicos y su delirio ideológico no se borra más.
Otra cosa que me parece dramática de este neoperonismo juvenil son esos coqueteos constantes con el Maoísmo (el "que florezcan mil flores" de ahí arriba; las loas de CFK cuando visitó China basadas en los delirios historiográficos de la izquierda nacional - Mao y Perón eran iguales). Da miedo ver que en una época donde hay Internet y la información fluye quieran dejar de ver el desastre de la experiencia maoísta acreedora de, entre otros, decenas de millones de muertes.