Fíjense que en realidad es todo un ejercicio de ficción colectiva, financiado por la lluvia de dólares de las exportaciones agropecuarias. Con cada año de vigencia del “modelo”, se agranda la brecha entre la realidad y la fantasía.
En algún momento esa brecha va a ser lo suficientemente ancha como para que medio país se hunda en ella.
Antológico el cartel.
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