Hoy la ley de educación y la ley de medios permiten el lavado de cerebros de los niños y adolescentes. Mi hijo menor tiene que tragarse, en un colegio privado, las imbecilidades marxistas de José Nun, ex secretario de cultura del kirchnerismo.
Les dejo un link para evidenciar los peligros para la libertad de la intromisión estatal en la educación. Hoy les toca a los creyentes en alguna religión; mañana, a quienes tengan -tengamos- una ideología opuesta a la "corrección política".
Sobre la ley de medios ya he escrito, con escaso eco. Quienes se preocupan, con razón, por los desbordes, deberían darse cuenta que no sólo es malo el gobierno, sino los instrumentos normativos que está dejando, como minas sembradas, para proseguir desde los medios estatales y el ministerio de educación, su labor de adoctrinamiento ideológico.
Mientras el Estado no se desprenda de todos los medios, y siga financiando a los adictos, cambiaremos quizás de gobierno, pero será en todo caso una mierda más pulcra. Continuarán en la segunda línea los Filmus, los Solanas -financiado por el Instituto Nacional de Cinematografía- los Nun y toda esa patota pseudo-culturosa que tanto daño hace a Argentina.
Julio
¡Es horrible, espantoso!
ReplyDeleteFascismo puro: El Estado por sobre los padres. "Tus hijos no son tus hijos, son hijos del Estado deseoso de sí mismo."
"Si no es biempensante como yo marche preso."
Estos progres están "cohesionando" -haciendo hacer por la fuerza- en todos los lugares del mundo, prácticamente.
Son una dictadura legalista. Peor que las dictaduras de facto y brutales, porque "simulan" la ley.
Es una perversión absoluta. Gadafí o Castro o quien se te ocurra no simulan ser lo que no son, dicen gusano, infieles, rebeldes, y meten bala.
Y en la Argentina se están poniéndo densos. ¡Hay que soportarles cada cosa!
¿Cómo se combate a esta lacra?
Claudio.