Apr 30, 2011

Lo digo yo por acá y siguen practicando el punto cruz en una media vieja con una papa adentro. Lo dice Szewach y lo llevan en andas como a Elsa Bor de Lencuentro.

La Argentina económica hace rato que ha olvidado que la inversión privada no sólo depende de la rentabilidad esperada del negocio, que es fundamental, sino que también depende del “entorno” que la rodea.

Un ambiente hostil, conflictivo, con cambios arbitrarios y permanentes de las reglas de juego, sin equilibrio de poderes que garantice “justicia”, etc., requiere de utilidades cada vez mayores o “regalos” crecientes para atraer inversión. Lo primero, la rentabilidad, está cayendo por un constante aumento de costos, no trasladables totalmente a los precios, en especial en el caso de bienes exportables o que compiten con las importaciones. Lo segundo, “los regalos”, están limitados y no hay para todos.

En consecuencia, o cambiamos el “tono”, el “modelo”, o cada vez habrá menos demanda para el espectáculo populista argentino.

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