Creo que Abel Posse tiene razón cuando dice que lo de la Argentina kirchnerista ya no es un problema de ineptitud ni de lógicas erradas sino de estar más allá, en el absurdo.
El boom de los commodities ha hecho posible que millones de argentinos vuelvan a estar convencidos de que han descubierto una manera de que el país no esté cubierto por las cuestiones más básicas de la economía.
Si de contribuir a la solución del problema de la venta de remedios adulterados se trata, en lugar de anuncios rimbombantes de más burocracia, sería mucho más eficiente aprobar una ley que coloque a las obras sociales sindicales en un pie de igualdad legal con cualquier empresa de medicina prepaga vulgar y silvestre.
Las personas actúan racionalmente según los incentivos. El día que los sindicalistas y los sindicatos deban responder con su libertad y su patrimonio por las barbaridades con las que se manejan cotidianamente, estos problemas se reducen o desaparecen como por arte de magia.
Ayer, burumbumbúm, burumbumbúm, estaban unos cuantos manifestantes cortando la calle acá en la 25 de Mayo, a la vuelta de mi laburo. Eran bancarios, pidiendo con carteles que la compañera Cristina no "abandonara a la obra social"... de los bancarios.
ReplyDeleteLa misma sopa que decía el otro día: la culpa es de esos pobres boludos con tambores. Muchachos, si lo votaron a Zanola y les chocó y volcó la obra social, a joderse y a aguantarse. Nadie tiene que rescatar nada. Si la estructura de costos de tu obra social da quebranto, asociate a una prepaga y a la puta que lo parió. No pidas que los demás paguen los desmanejos de la gente que votaste. Con las intenciones más benignas, pero son todos chorros, pidiendo que otros chorros choreen por y para ellos.
JL
¿Cómo es el dicho? Si la torta es cada vez más chica lo único que queda es pelearte con el de al lado para ver quién se queda con la porción más grande.
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