May 18, 2011

Yo sigo creyendo que JL debería colgar estos comentarios como post. Pero hablo yo y pasa el sulky con radio de La Favorita:

Últimamente estoy, doy vueltas, y me convenzo cada vez más de ésta: no son hijos de puta ellos porque hacen estas cosas (después de todo, como una pura cuestión de mercado, ellos hacen sencillamente lo que saben que les reditúa votos), los imbéciles somos nosotros que no las castigamos. Somos nosotros los que los tenemos que mantener honestos y cabales. Punto. No necesitamos líderes ni héroes ni hombres fuertes ni abanderados de la causa que "se jueguen" por nada. Macri hizo perfecto en no inmolarse en las nacionales y cuidar su quintita (¿para qué, para quién?). Somos nosotros y sólo nosotros.

3 comments:

  1. Ud. me sobreestima, mi estimado.

    En serio, la verdad pienso que viene por ese lado la cosa. Como buenos argentinos, seguimos pensando que la solución pasa por que alguien honesto, preclaro, etc. "agarre la manija". Pindonga. Los políticos que tenemos son simplemente emergentes del miasma inmundo en el que se incuban, no vinieron de Marte, no agarraron el poder y nos tienen a todos amenazados. Nada de eso. Son -lamentablemente- legítimos. Y eso es lo trágico.

    Repito con una frase del bardo, que en Julius Caesar le hace decir a Casio, hablando con Bruto:

    "The fault, dear Brutus, is not in our stars, but in ourselves."

    JL

    ReplyDelete
  2. Es que es así Luis:

    Nada puede escapar a la mecánica del mercado: Por que el mercado significa gente, personas, si entendemos la 4ta y 7a acepción de la palabra (DRAE)

    La mano invisible existe para todos. Todos buscan su propio beneficio, mayor ganancia con menor inversión, mayor bienestar a menor precio y la política no es la excepción.

    Por eso se diseñaron las repúblicas y el concepto de "gobierno pequeño", frenos y contrapesos y demás. Por que los que gobiernan son hombres, y como tales, pueden terminar usando al estado (Una empresa que pagamos todos y le damos ciertas atribuciones, entre ellas el uso de la fuerza) para beneficio propio, como se puede ver en Argentina en particular, y en los paises a los que le va como Argentna en general.

    No hay salida mientras la gente misma no se identifique como "mercado" y esté orgullosa de ello.

    Pero la gente está educada para autoinmolarse.
    Si uno atiende al hecho de que la educación en países así está ideologizada, no pasa mas allá de ser un mero adoctrinamiento , y está manejada por la izquierda, cae en la cuenta de que la trampa consiste en ocultar la realidad de que las clases políticas no hacen mas que usufructuar el estado a su propio beneficio y en estigmatizar al mercado como fuerza creativa, vale decir a la gente misma!



    Es mas, el hecho de que la izquierda sea la conductora de los sistemas educativos en gran parte del mundo, no hace mas que confirmar esta mecánica de mercado, por que la izquierda siempre ha preparado a los pueblos para el populismo (creación de derechos inexistentes, concepto unilateral de libertad, corrección política entre otros)
    Y los verdaderos usufructuarios de esa confusión de ideas así generada son los ladrones, en Argentina personificados en el Peronismo y sus ramas menores, y buena parte del radicalismo.
    Siempre vamos a tener a la izquierda enquistada en los sistemas de educación, por que ella es un reaseguro de poder para las clases políticas (incluso para las de extrema derecha)

    Y es cierto, si no los sacamos nosotros no los saca nadie.

    TN

    ReplyDelete
  3. No digo que estos delincuentes en ejercicio no sean una caricatura Dorian-Grayesca del verdadero rostro argentino. SON una caricatura, llevan todas las pelotudeces del ser nacional a extremos paroxísticos, las exageran, o -a veces- las muestran sencillamente y sin eufemismos en toda su gloria incoherente. Pero como en toda buena caricatura, lo terrible es justamente que -en sus excesos- en el fondo uno se da cuenta que ese es indiscutiblemente el rostro retratado.

    JL

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.