De la misma manera que ataca todas las demás libertades en nombre de la libertad.
Están reciclando los mismos argumentos que usó el peronismo para estatizar los canales de televisión a principios de los 70, ante el aplauso, si no generalizado por lo menos bastante extendido, de millones de argentinos, convencidos de que el control estatal de los medios de comunicación equivale a “democratizar y garantizar” el acceso a la información.
Es tristísimo ver que el país una vez más ha retrocedido a un estadio de desarrollo político en el que hace falta explicar cuestiones tan elementales como la imposibilidad de vivir bajo un gobierno republicano sin una prensa independiente.
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