No de todos, pero me temo que de una cantidad importante, sino una mayoría.
Ayer leía un titular en Perfil, China va por tierras y ríos de la Patagonia. Levantan una nota de The Guardian sobre inversiones chinas para la producción agrícola en Argentina.
El supuesto inmediato es que los chinos vienen a robarse Nuestras Riquezas™ y de paso cañazo a destruir el maravilloso ecosistema de la región, de puro malos que son nomás, ecuación de suma cero si las hay.
¿Qué y cómo piensan producir, de qué van a vivir, si toda inversión productiva es automáticamente tomada como una agresión? Aparentemente las únicas actividades económicas que cuentan con aceptación social en Argentina son las que tienen que ver con cuestiones percibidas como de prestigio internacional, como los autos y la electrónica.
Para mí está claro que desde hace 10 años, explícita o implícitamente, los argentinos mayoritariamente vienen eligiendo vivir en un país mucho más chico, cerrado, intrascendente, aislado, mezquino, pedorro, quiosquero. Deben estar convencidos de que no se merecen o no les da el cuero para otra cosa en la vida.
La patria remisera.
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