Mientras en Argentina hacer viajes largos en automóvil (más de 500 Km., poco más de 300 millas) es un ejercicio de turismo-aventura porque no sabemos si podremos cargar nafta en el camino, en Uruguay, Brasil y creo que hasta Paraguay, el problema no existe.
Les dejo un post interesante no vinculado con nuestro país sino con el fantasma del agotamiento de los combustibles fósiles.
Julio
Lógico, si los paraguayos contrabandean combustible argentino, ¿que problema pueden tener?
ReplyDeleteAdemás, en lo formal, Argentina le paga con combustibles la compra de energía eléctrica paraguaya.
El contrabando se produce cuando hay diferencias de precios que alientan a correr el riesgo de un proceso penal. En un esquema racional -es decir, sin intervencionismo estatal o reducido al mínimo- regiría la "ley de un solo precio" y sería indiferente comprar en un país o en otro.
ReplyDeleteEn Argentina se hizo todo lo necesario para provocar escasez:
1) Desalentar la oferta -exploración, explotación y refinamiento- mediante precios regulados.
2) Sin total comprensión de que los artificialmente bajos precios internos incentivan la exportación a precios internacionales, establecer restricciones a ésta. Algo parecido ocurrió con la carne, con los efectos que todos conocemos.
3) Con los precios subsidiados, fogonear la demanda, porque es políticamente redituable en el corto plazo que la gente tenga combustible a bajo costo, desvinculado de los precios internacionales. Lo importante es siempre ganar la próxima elección, pues "apres nous le deluge".
4) Importar petróleo a precios elevados, para que luego sean vendidos en el mercado interno a valores inferiores. Esos subsidiso cuestan miles de millones de dólares por año.
5)Luego, asignar a las petroleras cuotas obligatorias de entrega a las estaciones de servicio, como si el problema fuera la maldad de las primeras y no la carencia de incentivos a la oferta y los subsidios a la demanda.
Durante la década del 90 -en que sí se invirtió, y mucho, según lo reconoce un izquierdista razonable como Fernando Iglesias- y aun en un país estatista pero más racional como Uruguay, se dejó que los precios siguieran la evolución del precio internacional, y por eso en Uruguay y en Brasil no existen problemas de escasez.
La falta de combustible -y de muchos otros productos- es siempre una consecuencia del control de precios y en general de la intervención del estado que, como burro en una cristalería, produce destrozos sin cabal conocimiento de lo que hace, interfiriendo en el mercado con absoluta ceguera hacia los efectos en el mediano y largo plazo de sus acciones, o pensando que siempre existirá un chivo expiatorio a quien endilgar los efectos de sus dislates.
Y cuando finalmente llegue el doloroso sinceramiento, la culpa será del "neoliberalismo"; si además se puede atribuir todo a la década del 90, a Menem y a los países centrales, mucho mejor.
Siempre sobrarán los ignorantes de la economía con estudios universitarios que absorberán cuanto desatino se pronuncie, siempre que provenga del costado "progresista".
Ayer volví de una semana de vacaciones en Brasil, pude llenar el tanque "solo con Premium" en Paso de los Libres y no volví a encontrar combustible hasta Nogoyá donde tampoco había super pero por lo menos me vendieron $100,- de premium (no mas de 100 me dijeron, culpa de Cristina agregó el playero), como si esto fuera poco antes de llegar a Victoria hice bolsa un neumático en un pozo.
ReplyDeleteQué desastre, Miguel. Espero que la hayas pasado bien en Brasil.
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