Sigo creyendo que lo mejor que le puede pasar a un pobre es dejar de serlo cuanto antes. Todo lo que sirva para sacar a la gente de la pobreza estructural debe ser una prioridad.
En ese sentido, de ninguna manera da lo mismo una política para terminar con la pobreza mediante subsidios, planes sociales y clientelismo que una que encara el tema mediante el fomento de las inversiones, generación de puestos de trabajo genuinos y aumento de la productividad.
En el primer caso, se trata de resultados artificiales, de corto plazo, que desaparecen en cuanto se termina la plata para seguir repartiendo y que generan dependencia y clientelismo, no ciudadanos adultos, en pleno uso de sus facultades mentales, capaces de valerse por sí mismos.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.