Porque los dueños de un hotel se negaron a alquilar un salón y servicio de fiesta para un casamiento de personas del mismo sexo. En una carta a la pareja, alegaron que son fervientes católicos y que la práctica va en contra de sus creencias religiosas.
Me llamó la atención que, por los mensajes que leían, parece que el público estaba dividido mitad y mitad a favor y en contra de la decisión de los dueños del hotel. Estamos hablando de Vermont, después de todo.
No importa lo que opine el público, los dueños son ellos y con su propiedad pueden hacer lo que quieran.
ReplyDeleteSi los dueños del salón fueran musulmanes, nadie levantaría la voz en pos del derecho al matrimonio igualitario. Hipócritas.
ReplyDeleteMartín Benegas: "los dueños son ellos y con su propiedad pueden hacer lo que quieran".
ReplyDelete¡Qué ingenuidad más grande! La propiedad privada no existe más, es "como si" existiera pero se hace con ella lo que los grupos minoritarios quieren. Incluso la propia individualidad no existe, se debe hacer, hablar, pensar lo que las minorías pienpensantes quieran.
Han hecho Gran Hermano pasándolo por Un Mundo Felíz.
En cambio: ¡Muy bien Anonymous! Eso es reconocer la tolerancia de multiculturalismo. Si el tipo al que no le gusta te puede cortar la cabeza, se lo tolera... y cómo!
Claudio.
Yo particularmente permitiría que se casen gays en mi salón, pero no dejaría entrar a nadie con la remera del che, ¿discrimino? si ¿y? que le vengan a decir a mi itaka a quien tengo que dejar entrar y a quien no.
ReplyDelete"Han hecho Gran Hermano pasándolo por Un Mundo Felíz."
ReplyDeleteIncreíble frase, Claudio, te la recontra afano. (si no te gusta, estoy escondido atrás de la itaka de Martín :D )