El problema es que en un sistema corporativista prebendario, en el que el éxito o el fracaso depende no de hacer bien las cosas sino de acomodo con los funcionarios, los empresarios tienen que ser delincuentes.
Exactamente Louis! Lo que conviene aclarar es la diferencia entre hacerse rico en un sistema de libre competencia y en uno prebendario. En el de libre competencia o libre mercado, el tipo rico ofreció un producto o un servicio de manera eficiente, compitiendo con otros proveedores, y la gente eligió su producto. Por lo tanto su fortuna proviene de allí. En un mercado cautivo el Estado le otorga la prebenda el mono-oligo-polio al empresario, el que ofrece el producto y o servicio que se le antoja y a la gente no le queda otro remedio que comprarlo, porque no hay otro. Entonces su fortuna deviene de una prebenda, de una situación abusiva y que somete a la gente, la cual no tiene elección. La percepción de la gente es acertada. El punto es que no hay nadie que le explique clara y racionalmente este punto. Que es fundamental, ya que da dos tipos de sociedades distintas. La gente tiene "sensación" no razona, porque no sabe. Pero no se equivoca al juzgar mal a los empresarios argentinos: la gente sabe que son unos atorrantes por una sencilla razón: Por la relación entre el precio de su ingreso como proveedores de los empresarios y el precio de los productos que, como consumidores, deben abonarles a dichos empresarios. Sin hablar de la imposibilidad de elección de los productos y servicios. Cuando ganás poco y podés comprar poco no hay otra conclusión y es la correcta. Eso no pasa en EEUU y otros lugares donde hay libre mercado.
Por supuesto que los dos tipos de mercado y su diferencia hay que explicarsela a la gente.
Por eso mi comentario sobre Zchotopravda. El diagrama de intercambio entre familias o individuos y empresas se aprende en el secundario, o en un introductorio de economía. Aun cuando seas keynesiano no podés tratar a cualquiera que hace plata de ladrón. Un economista lo tiene que saber. Pero es muy fácil para los muchachos peronistas: el empresario es un ladrón cuando es otro; cuando son ellos, son patriotas aportando a la causa nacional y popular.
Si no empezamos a aclarar el panorama y, en vez de putearla, aclararle a la gente como son las cosas, tenemos la causa perdida.
Cuesta mucho entender ciertas cuestiones porque se tiene tomada una posición visceral, irracional. Y aun conociendo como funcionan bien las cosas, o como son en realidad, no es cuestión meramente racional cambiar la posición psicológica con respecto a ellas, hayque dejar cuestiones afectivas de uno de lado.
En la cultura hispanoamericana, madrecita Iglesia mediante, el dinero está mal visto y quien lo posee hizo un pacto con el demonio. No es erroneo pensar así si el demonio es el Estado. Para las culturas noreuropeas -como gustaba decir Sarmiento- o protestantes el dinero es la recompensa por un trabajo: sea cortar leña, inventar algo o regentear un negocio.
Mientras la gente no capte esta diferencia la van a seguir ganado los que agitan fantasmas y resentimientos: los socialistas, los nacionalistas. Cualquiera que convoque el odio y utilice a la masa para su beneficio.
¿Zchotopravda estudió "economía", no?
ReplyDeleteDon Freeman.
Pero son los dos, él preguntó como si lo de ella fuera un curro, y ella respondió como si la hubieran agarrado afanándole la limosna a un ciego.
ReplyDelete"todo empresario es un ladrón" más o menos eso me dijo el jueves un alumno de secundaria...
ReplyDeleteAndy, si el tipo encargado de coordinar y dirigir el proceso productivo que genera riqueza está mal visto por la sociedad, la sociedad va a ser pobre.
ReplyDeleteEl problema es que en un sistema corporativista prebendario, en el que el éxito o el fracaso depende no de hacer bien las cosas sino de acomodo con los funcionarios, los empresarios tienen que ser delincuentes.
ReplyDeleteExactamente Louis!
ReplyDeleteLo que conviene aclarar es la diferencia entre hacerse rico en un sistema de libre competencia y en uno prebendario.
En el de libre competencia o libre mercado, el tipo rico ofreció un producto o un servicio de manera eficiente, compitiendo con otros proveedores, y la gente eligió su producto. Por lo tanto su fortuna proviene de allí.
En un mercado cautivo el Estado le otorga la prebenda el mono-oligo-polio al empresario, el que ofrece el producto y o servicio que se le antoja y a la gente no le queda otro remedio que comprarlo, porque no hay otro. Entonces su fortuna deviene de una prebenda, de una situación abusiva y que somete a la gente, la cual no tiene elección.
La percepción de la gente es acertada. El punto es que no hay nadie que le explique clara y racionalmente este punto. Que es fundamental, ya que da dos tipos de sociedades distintas.
La gente tiene "sensación" no razona, porque no sabe. Pero no se equivoca al juzgar mal a los empresarios argentinos: la gente sabe que son unos atorrantes por una sencilla razón: Por la relación entre el precio de su ingreso como proveedores de los empresarios y el precio de los productos que, como consumidores, deben abonarles a dichos empresarios. Sin hablar de la imposibilidad de elección de los productos y servicios.
Cuando ganás poco y podés comprar poco no hay otra conclusión y es la correcta.
Eso no pasa en EEUU y otros lugares donde hay libre mercado.
Por supuesto que los dos tipos de mercado y su diferencia hay que explicarsela a la gente.
Por eso mi comentario sobre Zchotopravda. El diagrama de intercambio entre familias o individuos y empresas se aprende en el secundario, o en un introductorio de economía. Aun cuando seas keynesiano no podés tratar a cualquiera que hace plata de ladrón. Un economista lo tiene que saber.
Pero es muy fácil para los muchachos peronistas: el empresario es un ladrón cuando es otro; cuando son ellos, son patriotas aportando a la causa nacional y popular.
Si no empezamos a aclarar el panorama y, en vez de putearla, aclararle a la gente como son las cosas, tenemos la causa perdida.
Cuesta mucho entender ciertas cuestiones porque se tiene tomada una posición visceral, irracional. Y aun conociendo como funcionan bien las cosas, o como son en realidad, no es cuestión meramente racional cambiar la posición psicológica con respecto a ellas, hayque dejar cuestiones afectivas de uno de lado.
En la cultura hispanoamericana, madrecita Iglesia mediante, el dinero está mal visto y quien lo posee hizo un pacto con el demonio.
No es erroneo pensar así si el demonio es el Estado.
Para las culturas noreuropeas -como gustaba decir Sarmiento- o protestantes el dinero es la recompensa por un trabajo: sea cortar leña, inventar algo o regentear un negocio.
Mientras la gente no capte esta diferencia la van a seguir ganado los que agitan fantasmas y resentimientos: los socialistas, los nacionalistas. Cualquiera que convoque el odio y utilice a la masa para su beneficio.
Así estamos.
Don Freeman.