La idea es simple: se toma un área deshabitada, se le otorgan leyes propias, diferentes a las del resto del país, que no obstaculicen la inversión ni la creación de empleo, y se abre la puerta a cuantos empresarios nacionales o extranjeros estén dispuestos a instalarse. El resultado, a juzgar por la experienca de Singapur, Hong Kong y otras ciudades asiáticas con legislaciones de este tipo, debería ser un desarrollo espectacular.
¿Es posible algo así? El presidente del Congreso de Honduras, Juan Orlando Hernández, cree que sí: "Bajo este régimen legal especial el resultado inmediato sería una cantidad masiva de empleo, el necesario para construir autopistas, puertos, aeropuertos y toda la infraestructura de las instalaciones de las empresas que vengan".
La posibilidad de ofrecer empleos a gran escala sería particularmente beneficiosa para un país en el que la falta de oportunidades empuja a la emigración a unos 100.000 ciudadanos cada año. La mayoría de ellos parte hacia Estados Unidos y lo hace con carácter ilegal, a través de la frontera con México, donde nueve de cada diez son detenidos y deportados.
"Hemos recibido ofertas [para instalarse en la futura ciudad] de grandes empresas que ensamblan vehiculos, electrodomésticos y tambien productos de alta tecnologia", añade Hernández. Entre otras corporaciones, el Gobierno ha citado expresamente a Goldman Sachs y a la Fundación Abu Dhabi para el Desarrollo. "Este sistema ya ha dado resultado en otros países del mundo. Muchos podrán decir es ilusorio, pero el que no sueña no logra nada, y en Honduras tenemos que hacer cosas diferentes".
Si el proyecto tiene éxito podrían florecer varias de estas ciudades, y Honduras, el país más pobre de América después de Haití, se convertiría en el equivalente centroamericano de los 'tigres asiáticos'. En enero el Congreso hondureño modificó la Constitución del país para dar cobijo a las llamadas Regiones Especiales de Desarrollo (RED), nombre oficial de las ciudades modelo, y hace apenas un mes, a finales de julio, aprobó la ley que regulará estas nuevas entidades. [...]
Leanlo todo, es muy interesante.
El tema es que esa libertad de la que gozará depende de la voluntad de una banda de parásitos, en cuanto produzca mucha riqueza la saquearán.
ReplyDeleteMas sobre el tema The Future of Free Cities
ReplyDelete¿A dónde tengo que ir a pedir la visa?
ReplyDeleteDon Freeman.
Muy interesante. La gran pregunta es por qué, si los resultados no sólo son espectaculares a esa escala sino que son reconocidos ampliamente, no se aplican a nivel nacional. ¿Masoquismo?
ReplyDeleteEl tema es que no llegara a pasar como cuando Carlos Saúl I de Anillaco otorgó las licencias en el interior para la radicación de industrias, que terminaron siendo simples galpones de tránsito de mercadería traída del exterior.
ReplyDeleteAnónimo, los galpones vacíos para beneficiarse de regímenes impositivos están en Tierra del Fuego. Es una especialidad dirigista.
ReplyDeleteCreo que lo que dice Martín es bastante probable.
ReplyDeleteHay otro proyecto de construir ciudades charter libres en el mar fuera de la jusrisdicción de los países. Uno de los que está en impulsándolas es el hijo de Milton Friedman.