Una persona en Argentina puede desayunar, almorzar y cenar por un dólar con veinte centavos por día.
Internacionalmente, se suele hablar de pobreza extrema cuando una persona vive con el equivalente de un dólar o menos por día.
¿Se imaginan el tendal de miseria con el que se van a encontrar en cuanto dejen de dibujar los indicadores? Sí, claro que se lo imaginan. El argento promedio no come vidrio. Pero los tiene sin el menor cuidado. Sigamos comprando buzones mientras la cosa aguante.
Y, por supuesto, cuando llegue el momento de volver a la realidad, la culpa será del capitalismo salvaje, el neoliberalismo y los empresarios entreguistas y vendepatrias que lucran con el hambre del Pueblo.
En general, la prograda no sólo sabe que están mintiendo con absoluto cinismo, sino que está chocha con eso. Otra cosa sería "hacerle el juego a la derecha".
ReplyDeleteAdemás, dado que nuestras intenciones son las mejores, ERGO, nuestras teorías son correctas.
Como de costumbre, es la puta naturaleza humana (o peor, la misma naturaleza de las cosas) la que se mete en el camino y arruina todos los planes e intenciones.
Pero dónde se ha visto que cosas tan triviales como los hechos arruinen nuestras ideas. Cuando los hechos no se ajusten a las teorías, pues modificaremos los hechos.
Lo que se dice, es. Lo importante es el relato.
JL