Hola amigos de O.P.C.Les mando un comentario sobre la nota del post que me gusto.Creo no equivocarme en que ustedes compartiran,gracias
Permitanme discrepar con la mayoría de los comentarios, pero humildemente pienso que están equivocados en su concepción. El gobierno actual, que monopoliza el aparato estatal y que, por otra parte, ha probado ser mafioso, discrecional y autoritario en sus formas, no deja al empresariado muchas alternativas. Es decir, un enfrentamiento directo con una matriz semejante sólo los conduciría a ser extorsionados y amedrentados (en sentido amplio), y así a perder sus márgenes de ganancia (que constituyen el factor principal por el que son empresarios) o incluso quebrar. Para concluir: los empresarios no son ni buenos ni malos, actúan en respuesta al régimen de incentivos y castigos que genera el aparato estatal. Si existe legislación clara y transparencia institucional, se moverán por los senderos de la competencia y la innovación. Si en cambio las formas son el "capitalismo de amigos" y el castigo a los críticos, muchos se moverán en ese sentido para captar réditos.
Hay una tercera vía para el empresario honesto y moral que no quiere esclavizar más su mente... y eso sería hacer "la gran John Galt".
Es una opción hoy, aquí ?
Honestamente, no lo sé, ni puedo decir que yo tendría la estructura moral para hacerlo, llegado el momento. Pero en estos últimos dos años he pensado sobre esta idea mucho más que en todo el resto de mi vida.
Creo que si un sólo empresario o productor agropecuario argentino tomase el camino de Ellis Wyatt, yo volvería a creer en que este país tiene alguna esperanza de redimirse.
No voy a contener la respiración mientras espero esto.
Mike, en la novela de marras esos protagonistas no tenian otros lugares a donde ir. Acá siempre está la alternativa de vivir de lo acumulado y pasar unos años en la casa de Punta y mandar a los pibes a las casas de estudio de la zona, durante unos años, hasta que cambie el viento.
De acuerdo, Klaus, es el "desensillar hasta que aclare", vender todo e irse a Punta del Este... aunque eso no tiene la fuerza moral de vaciar la fábrica, demoler el edificio, sembrar sal sobre las ruinas y desaparecer dejando un cartel de "acá se los dejo como yo lo encontré".
Con que los sojeros se salteen UNA cosecha, el gobierno se cae como calzón de puta.
Lo que pasa es que nos encanta la guita, y no vemos mas allá de pasado mañana, esa tendría que haber sido la estrategia en la época de la 125, así de simple.
Y no vengan con que no se bancan un año sin cosecha, porque lo pueden hacer perfectamente. Nadie se muere por no ir a Punta un verano.
Hola amigos de O.P.C.Les mando un comentario sobre la nota del post que me gusto.Creo no equivocarme en que ustedes compartiran,gracias
ReplyDeletePermitanme discrepar con la mayoría de los comentarios, pero humildemente pienso que están equivocados en su concepción. El gobierno actual, que monopoliza el aparato estatal y que, por otra parte, ha probado ser mafioso, discrecional y autoritario en sus formas, no deja al empresariado muchas alternativas. Es decir, un enfrentamiento directo con una matriz semejante sólo los conduciría a ser extorsionados y amedrentados (en sentido amplio), y así a perder sus márgenes de ganancia (que constituyen el factor principal por el que son empresarios) o incluso quebrar. Para concluir: los empresarios no son ni buenos ni malos, actúan en respuesta al régimen de incentivos y castigos que genera el aparato estatal. Si existe legislación clara y transparencia institucional, se moverán por los senderos de la competencia y la innovación. Si en cambio las formas son el "capitalismo de amigos" y el castigo a los críticos, muchos se moverán en ese sentido para captar réditos.
Anónimo, gracias por tu comentario.
ReplyDeleteHay una tercera vía para el empresario honesto y moral que no quiere esclavizar más su mente... y eso sería hacer "la gran John Galt".
Es una opción hoy, aquí ?
Honestamente, no lo sé, ni puedo decir que yo tendría la estructura moral para hacerlo, llegado el momento. Pero en estos últimos dos años he pensado sobre esta idea mucho más que en todo el resto de mi vida.
Creo que si un sólo empresario o productor agropecuario argentino tomase el camino de Ellis Wyatt, yo volvería a creer en que este país tiene alguna esperanza de redimirse.
No voy a contener la respiración mientras espero esto.
Mike, en la novela de marras esos protagonistas no tenian otros lugares a donde ir.
ReplyDeleteAcá siempre está la alternativa de vivir de lo acumulado y pasar unos años en la casa de Punta y mandar a los pibes a las casas de estudio de la zona, durante unos años, hasta que cambie el viento.
De acuerdo, Klaus, es el "desensillar hasta que aclare", vender todo e irse a Punta del Este... aunque eso no tiene la fuerza moral de vaciar la fábrica, demoler el edificio, sembrar sal sobre las ruinas y desaparecer dejando un cartel de "acá se los dejo como yo lo encontré".
ReplyDeletePor supuesto que no.
ReplyDeleteLo más lamentable es que sería tan fácil...
ReplyDeleteCon que los sojeros se salteen UNA cosecha, el gobierno se cae como calzón de puta.
Lo que pasa es que nos encanta la guita, y no vemos mas allá de pasado mañana, esa tendría que haber sido la estrategia en la época de la 125, así de simple.
Y no vengan con que no se bancan un año sin cosecha, porque lo pueden hacer perfectamente. Nadie se muere por no ir a Punta un verano.
Carlos, les encanta la guita de arriba. Laburando, cualquiera.
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