Cuando el gobierno central caiga, las Provincias Populares Unidas del Río de la Plata, tal vez se transformen en diversos países, se me ocurre que se podrían mantener los núcleos urbanos rodeados de la región pampeana, de manera de poder parasitarla (mientras dure la bonanza agraria).
Luego el sur podría hacer lo suyo, ni hablar si encontraran petróleo o gas, y otro tanto en el norte.
Sería interesante ver si las provincias (feudos) del norte se transforman en anexos de los países vecinos o mantienen su independencia, siendo que son prácticamente inviables económicamente. A la Mesopotamia le puede ir bien (descartando Misiones, que puede quedar para Brasil y/o Paraguay).
Para redondear, la división sería casi según las regiones geográficas que nos enseñaron en la secundaria. Santa Fe y Córdoba podrían formar un país, Buenos Aires otro. No creo que La Pampa tenga ganas de juntarse con Buenos Aires.
En sí, no creo que nadie quiera mantener el centro más poblado y a la vez más desigual del país.
Capital podría ser un principado, junto con las Islas del Tigre. Y levantar un muro a partir de la General Paz (obviamente rodeada de zombies que golpean sus puertas al grito "tirate un paso, tirate un paso").
Propongo nombres como Duhaldovia del norte, Peronia del sur, Peronia del Oeste, para el conurbano.
Siendo esto un divertimento surgido de la compulsión a mirar películas apocalípticas o distópicas, luego de pensarlo un rato, creo que tal vez, solo tal vez, esto se podría comenzar a solucionar deshaciendo la Argentina.
Sinceramente no tengo nada que ver con un santafecino, mucho menos con un jujeño, excepto compartir idioma. ¿Costumbres? Hasta por ahí nomás. Lo único que nos une es haber nacido en un territorio común, donde se nos obliga a acatar ciertas leyes. ¿Por qué alguien en Rosario debe decidir sobre la vida de alguien en El Bolsón? todavía nadie ha logrado explicarlo, excepto tirándome a la cara "El contrato Social" o alguna falacia socialista/estatista por el estilo.
Y con esto señalo una de las raíces del árbol (el árbol de los problemas, que lindo nombre para un libro de autoayuda) que consiste en que la re-distribución (tm) de recursos que realiza el funcionario de turno, es sacando de un lado y poniendo en el otro, con la famosa suma cero en mente. Así, medio país labura para mantener a otro medio país. Y provincias enteras dejarían de existir sino fuera por la guita que el estado consigue por la fuerza para poner ahí.
Si lo analizan un poco, no existe una explicación racional sobre la necesidad de existir como país. Sobre las ventajas de estar hoy organizados así, y no de otra manera.
Lo único que existe son explicaciones sobre consecuencias históricas, o para hacerlo más fácil, "nacimos así", "ya estamos organizados así", o "esa es la ley y la constitución y no se pueden cambiar".
De hecho, y en términos históricos, somos un pedo en un frasco como país. Pretender que algo es eterno cuando no lo es, o que tenemos la longevidad institucional de la corona Británica para justificarnos como nación es una exageración, producto creo, de la educación patriotera, nacionalista, destinada a consolidar sentimientos por un país que de otra manera no tendría ciudadanos, sino ocupantes ocasionales o de oportunidad.
Disculpen el desvarío, creo que la solución sería desaparecer el país, que cada territorio se las arregle, y yo me voy a El Bolsón. La loratadina y las alergias me ponen creativo.
Warriorwulf
alguna posibilidad de que Punta del Este forme parte del principado?
ReplyDeleteLo de las provincias del Norte es una incógnita. Lo del sur y lo del oeste, no tanto, lo mismo que Santa Fe-Córdoba.
ReplyDeleteCon respecto a las provincias del Norte, particularmente dos de ellas, Salta (que no está nada mal ni es inviable así como está) y Jujuy (que es una provincia pobre), todo depende de cómo se maneja la cosa, pueden unirse y, con el altísimo potencial minero no explotado que tienen, solamente con el litio que poseen serían no digo que otro Qatar o Dubai, pero más o menos.
ReplyDeleteSi hay una debacle total, lo que me parece mas probable es que perdamos territorio a manos de nuestros "hermanos latinoamericanos".
ReplyDeleteEl ejercito boliviano ya entra a robar estancias como panchos por su casa.
Chile solo necesita una excusa para sacarnos media Patagonia.
Y Brasil no va a ser el boludo que se queda sin nada, asi que va a aprovechar.
No deliren. Vamos a seguir siendo un país extenso al pedo.
ReplyDeleteCon lo que nos cuesta mantener el reino unido por una monarquía...
Don Freeman.
¿Vos decís que zona norte no queda como parte del principado?
ReplyDeletePara mí que se hace la pared en la panamericana.
Y siguiendo con el pensamiento incorrecto ¿Qué pasa en el principado con las villas?
Con el resto...estoy de acuerdo que sería bastante así.
Río gallegos que se lo afane quien quiera, lugar maldito por siempre!
La mediocridad en general, que atraviesa la clase política argentina me permite estos delirios (?).
ReplyDelete¿Recuerdan cuando renunció Rodriguez Saa? Desde la playa, en una transmisión pedorra de televisión por cable barata que parecía Cooperativa Cablevisión Santa Teresita.
Esa sensación de acefalía no asusto tanto al argentino promedio, como a la clase política.
Salieron todos a querer reforzar la figura del presidente, como una causa común al interés político, porque se veían gobernando y dando órdenes con nadie haciéndoles caso. Y el resultado es el conocido. Reforzaron el poder presidencial hasta que la presidencia, como corresponde a un buen presidente Pejotista se los comió.
Hoy la guerra es algo caro, no creo que un gobierno como el chileno o el brasilero nos invada. Me temo que no opino lo mismo del Boliviano. A Chile y Brasil les alcanza con hacer lobby sobre el gobierno de turno. Siempre hay funcionarios permeables y dispuestos a recibir una buena compensación por la defensa de los intereses que corresponda.
¿Para qué hacer la guerra si se pueden comprar los funcionarios y las leyes? Es más barato, menos sangriento y nadie se entera. A su vez se elimina el costo de un gobierno colonial o de ocupación. Sería interesante ver que ocurriría con lo que queda del ejército nacional. Se me ocurre que cada uno terminaría con sus respectivos territorios a cargo.
Capital y el Conurbano serían algo digno de verse.
Sin el dinero de las retenciones, sin que las exportaciones pasen obligatoriamente por Buenos Aires Rosario ¿De dónde saldría el dinero?
Delirios demasiado anárquicos los míos... sinceramente nunca creí que terminaría pensando que la solución para Argentina es desarmarla y que deje de existir como país.
Que el estado ( o sea la expresión máxima del poder del PJ y los partidos aliados, incluído la UCR, y los sindicatos, y la UIA y me debo estar olvidando de alguno) dejen de existir, parece ser la solución.
Todos los que nombre ( y seguramente faltan) usan el estado para sus propósitos.
Desde que comencé a leer escritos liberales, comencé a sentir el peso de las cadenas. El ahogo. La sensación de que a mi vida la deciden otros. Y que mi futuro no depende de que tanto me rompa el tujes trabajando o estudiando, sino de un tercero que no me conoce, pero que votará para que un cuarto disponga de mis recursos. Que serán muchos o pocos pero estoy seguro de algo, son míos.