Sería interesante que en algún momento se dé un debate sobre cómo fue que un gobernador/caudillo menemista de tercera línea, íntimo de Cavallo y Duhalde, con excelentes relaciones con los funcionarios del "proceso" en su provincia, que entró en la Rosada por la banderola del baño (Profesor Ávila dixit), se convirtió en el máximo abanderado de la progresía bienpensante nacional y popular.
Vuelvo con lo mismo, los problemas del país tiene más que ver con la psiquiatría que con la economía o la política.
Suscribo, Louis
ReplyDeleteNo Louis, tienen que ver con el billete.
ReplyDeleteEl totuernauta, fue el primero que les dio de comer sin tener que hacer nada mas que callarse la boca.
Algunos mas, otros menos, pero ahora comen siendo lumpenes (artistas, literatos, intelectuales, pensadores y filosofos de cuarta), ¿como no apoyarlo?.
Cuanto mas cerca del billete groso, mas comprometidos con el proyecto nac&pop, que de nac&pop tiene lo que yo de progresista.
La disonancia cognitiva, la dejamos para el confesionario del analista.
Firmo al pie.
ReplyDeleteHipótesis: les dijo lo que querían escuchar, mostró lo que querían ver... ni siquiera hizo falta tanta plata.
Credo quia absurdum.
obvio que es psiquiátrico y tiene un nombre: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Lo padecen la mayoria de los argentinos y el país como un todo.
ReplyDeleteDice la Wiki:
"Se trata de un trastorno neurológico del comportamiento caracterizado por distracción moderada a severa, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. Tiene una muy alta respuesta al tratamiento, aunque se acompaña de altas tasas de comorbilidad psiquiátrica. Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales: 'Habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos (p. ej., escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, escuchar o leer textos largos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas)'".
Pero el cuadro es tan severo que no hay ritalina que alcance.
Luciano
Dejando de lado el aspecto científico del tema - para lo que no estoy calificado - me sube a la memoria una fábula de Esopo en la que las ranas le piden a Zeus un rey del que carecían. El dios, molesto con el ruido que hacían estos bichos, les manda un palo que se clava en el charco y las ranas lo veneran (gobierno de la Alianza) pero de repente descubren que el tal rey no pincha ni corta y entonces los escarnecen a conciencia. Le vuelven a romper la paciencia al capo, y para terminar, Zeus les encaja una bruta culebra que se hace un picnic con las ranas y les desmadeja la colonia.
ReplyDeleteClarividente el Esopo este, ¿no?
Yo creo que el problema se puede definir con una palabra antigua: fiaca.
ReplyDeleteEl gran porcentaje del país, no quiere pensar, que haya un papa o una mama que lo haga, y no quiere laburar, que laburen otros.
Simplemente fiaca.