La Voluntad ¿Vence a la realidad?

Viene de aquí

QUERER: ¿ES PODER?

¡Necesario pero no suficiente! 

"Si quieres dominar a la realidad, primero, debes obedecerla"

(Francis Bacon)

La voluntad, entonces, vence a la realidad sólo si, primero, la conoce.

O, simplemente: 

Querer = Poder, sólo si Poder = Saber + Saber hacer.

Bajo un régimen colectivista, sin embargo, no se trata de que "La voluntad venza a la realidad", sino que "La voluntad venza a otra voluntad" y no por la seducción sino por medio de la Violencia, Voluntad de Poder o Poder por el Poder mismo. Se trata de un juego de suma cero o dialéctica del Amo y el Esclavo en la que "Yo gano si tú pierdes" (o viceversa). No se basa en la colaboración con un igual sino en su sumisión, en su cosificación. Es el reino de los superhombres/mujeres(sic) o psicópatas nietscheanos que se encuentran "más allá del bien y el mal" y, por supuesto, de la ley.

Mientras las sociedades que están basadas en la dialéctica colectivista, en las que una élite u oligarquía pretende coordinar jerárquicamente los intercambios individuales a través de órdenes o mandatos, colapsan o condenan a sus pueblos a la miseria de la servidumbre feudal o un remedo de dicho sistema, las sociedades que prosperan y progresan, fueron y son aquéllas en las que rige la ley igualitaria prevaleciendo las relaciones de colaboración basadas en el intercambio libre o voluntario de valores complementarios entre individuos o libertad de comercio. Basado en lema de "Yo gano y tu ganas", es el mundo de la modernidad que resurge con el Renacimiento.

La propiedad privada y el derecho a disentir