Oct 30, 2011

Santiago de Compostela I




Para poder seguir contando historias o leyendas vinculadas a Santiago de Compostela creo que será útil poner algunas fotos y comentar un poco.

La primera vez que visité Santiago de Compostela me fui derechito hacia la Catedral, casi sin reparar en lo que iba viendo en las calles del casco histórico de la ciudad, era sábado y me iba a quedar el fin de semana entero y ya iba a tener tiempo de chusmear. Estaba ansioso y quería llegar a ver ese famoso destino de peregrinaje aunque, en esa ocasión, yo no era un peregrino sino un vulgar turista.

Confieso que sabía muy poco de la Catedral y de su entorno y cuando me encontré en la Plaza del Obradoiro mirándola, casi me caí de culo. Podría emplear bonitas frases como “casi me caigo de espaldas”, “grande fue mi sorpresa” o “quedé estupefacto”, pero ellas no describirían fielmente el impacto que me produjo. Insisto, casi me caigo de culo al piso al verla (foto) y no he sido el único. Para ver una Panorámica de 360º de la Plaza del Obradoiro busquen: http://viewat.org/?i=en&id_pn=907&sec=pn

La Catedral está en la Plaza del Obradoiro (taller, en gallego) y su frente es barroco y data del siglo XVIII, se construyó para proteger el Pórtico de la Gloria(fotos inferiores) que estaba bastante deteriorado y, sobre todo, para darle un nuevo impulso a la ciudad como destino de peregrinación. Es simple, la construcción de San Pedro en Roma había desviado a la mayoría de los peregrinos hacia esa ciudad en detrimento de Santiago y esto había deprimido mucho a la gente que vivía del turismo peregrinacional (no existe esta palabra) sobre todo porque perdían plata, la fe les seguía sobrando a los gallegos.

Volviendo a la Catedral, es románica hecha en granito y se empezó a construir en 1075, copiando planos de la catedral románica de Toulouse (de ladrillo), aunque durante su larga construcción en el interior se van viendo aparecer elementos típicos del gótico. El Pórtico de la Gloria fue construido por el Maestro Mateo en 1188y es considerada la obra más perfecta de escultura románica de la Edad Media. La catedral sufrió diversas reformas a lo largo de su historia con el agregado de escaleras, torres, reloj, etc. hasta alcanzar su aspecto actual.

Aclaro que el Pórtico tiene más de 200 figuras y es impresionante por su tamaño y calidad. Originalmente, las figuras estaban pintadas de colores que, para los ojos actuales, son un poco fuertes, pero que era el colorinche que en la Edad Media les parecía paquetísimo a los europeos. Aún hoy, se pueden ver algunas figuras con un poco de color. Alguno podrá suponer que la pintura se fue erosionando por los elementos, pues no, alguno se equivoca porque que lo que queda del Pórtico es la fachada interior ya que la construcción barroca cubrió el lado exterior.

Otro podrá preguntarse adónde se fueron los colores, a éste le cuento que se perdieron por una mezcla de ignorancia con iniciativa. Paso a contar:

En el siglo XIX, el British Museum pidió permiso para hacer una réplica del Pórtico para poder exhibirlo en Londres. Los españoles quedaron algo sorprendidos por esta solicitud, estaban más acostumbrados a que los ingleses los reventaran a sablazos para conseguir algo, y accedieron encantados ya que volvían los turistas y con libras encima. Llegaron los british y se pusieron a hacerle un molde con la última tecnología, es decir, de yeso…Cuando retiraron el molde, los colores habían decidido irse con él a conocer Londres.

Comprenderán que los gallegos se pusieron como locos con los ingleses ya que, una vez más, los guiris (así llaman a los sajones y nórdicos en España, aunque a los ingleses les dicen hijos de puta directamente) los habían jodido. De la falta de patriotismo de los colores no dijeron nada, pero por las dudas no pintaron de nuevo, gracias a Dios.

De todo esto me fui enterando a lo largo de mis visitas porque cuando entré en la Catedral me quedé impactado y, como había ido al galope, no tenía ni una miserable guía impresa como para enterarme qué era cada cosa que veía. Además soy algo pijotero, aunque yo prefiero decirme austero, y tampoco quería pagar una audio guide que costaba como 10 Euros (sí, háganse los espléndidos a costillas mías…) .

Por tanto y siendo fiel a los mejores instintos argentinos, decidí agregarme a cualquier grupo de turistas que realizasen una visita guiada en la que hablaran un idioma de los muchos que domino. Al mismo tiempo, tenía que pasar desapercibido porque hubiera sido fulero que me echaran por colarme. (Aclaro que, como van peregrinos, la Catedral tiene entrada gratuita a diferencia de la mayoría de las Catedrales españolas en que hay que pagar, porque no hay manera de mantenerlas en condiciones si no es recaudando ingresos).

Debí esperar un poco, ya que no paso ni por asomo como british o canadiense, hasta que escuché hablar en portugués. Esta es la mía, pensé, y me agregué a un grupo conducido por una petisa con un paraguas rosa levantado (cerrado, no abierto, era portuguesa pero no idiota). Tarde me dí cuenta que el grupete era de matrimonios jubilados portugueses, de una altura promedio de 1,55 ms como mucho, y que yo me destacaba por llevarles más de una cabeza a todos ellos, además de que carecía de petisa, por lo que era evidente que se iban a dar cuenta que estaba colado.

Confiando en la discreción del grupo que estaba embelesado por lo que veía y que no dejaba de hacer preguntas del tipo: “¿Por qué no usaron azulejos portugueses que son tan bonitos?”, seguí con ellos. Como a los 10 minutos, la petisa se dio cuenta de que había un infiltrado y me preguntó quién era. Me encomendé a San MERCOSUR, solté mi sonrisa ODOL, la miré a los ojos y le dije con mi más cerrado sotaque (acento) carioca que era brasileño y que me había interesado mucho lo que había estado explicando, pero que le pedía disculpas y que me retiraría si la estaba incomodando. La petisa sonrió y me dijo “que ficara mais perto sem problema algum”…Y los portugueses mayores me miraron con cierto afecto, así que seguí con ellos.

Continuará.

4 comments:

  1. Soy un enamorado de Santiago y de sus rincones, así como de todo Galicia, donde siempre se está al alcance de lo que se busca.
    Este recorrido por la ciudad del Apóstol reafirma mi predilección por la ciudad gallega por excelencia (y que me perdonen las demás).

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  2. Coincido con Andy.

    Y bien por el Enmasca. Yo me colé a ver la Capilla Sixtina en un contingente de japoneses (o coreanos, vaya a saber) con una guía de paraguas rojo. Tampoco me deportaron.

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  3. Otra cosa excepcional que tiene la Catedral es su acustica.

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