Okupa, argento e ilegal

No le falta nada a estos dos pibes.

“A Obama le pediría tener la posibilidad para salir del país y, luego, volver a entrar. Me indigna que nunca cumpla sus promesas. También le diría que renuncie y que no vuelva a postularse”, aseguró en diálogo con PERFIL Exequiel D’Ambrosio, cantante del grupo de rock Escarioka, que participa del concierto acústico El grito del mundo, en apoyo a Occupy Wall Street.

Bien de argentino. Le pide a Obozo que lo deje ir de vacaciones a su país, y que después vuelva a vivir a Estados Unidos otra vez. Los papeles y las leyes son secundarios, un temita menor.
Ah, y a pesar de no tener ni voz ni voto porque es un ILEGAL, le pide que renuncie y que no se presente a las elecciones!!!

Junto a su hermano Pablo emigraron a los Estados Unidos en 2001, escapando de la crisis económica. Nacieron y se criaron en Guaymallén, Mendoza, y, aunque llegaron a la Gran Manzana para “hacer la América”, los primeros años fueron duros. A pesar de extrañar a sus amigos y a su país, consiguieron trabajo, se pusieron en pareja y tuvieron hijos. Ahora, con mucha conciencia social, reclaman por sus derechos. “Acá no hay nacionalidad que valga. Esto nos afecta a todos por igual”, proclama Exequiel, que porta una bandera argentina con esa misma inscripción. Y Pablo, de 27 años y bajista de la banda, compara lo que pasa en los Estados Unidos con la Argentina de 2001: “La intensidad de las protestas allá fue mucho más grande que acá. Pero igualmente hay preocupación”. Pese al entusiasmo de las protestas, la brutalidad policial y el temor a ser deportados pesa en la conciencia de los dos jóvenes músicos. En Wall Street hay centenares de detenciones por semana y los extranjeros indocumentados temen ser deportados.

A ver si entendí. Entraron a Estados Unidos, se quedaron el tiempo que quisieron, o sea, se cagaron en las leyes, y así y todo, creen tener derechos.

“Dentro de la banda hay varios ilegales. Es una costumbre vivir con miedo. Siempre estás pensando que te pueden agarrar y no podés viajar a hacer una gira porque te deportan”, confiesan Exequiel y Pablo, dos jóvenes que desandaron miles de kilómetros de Mendoza a Nueva York y se convirtieron en los dos argentinos que, indignados, ocuparon Wall Street.

Y en diez años olvidaron el castellano también. Que alguien les avise que acá en su tierra está todo pipí-cucú. Dejen de sufrir en Estados Unidos! Vuelvan muchachos! Si llegan antes del cierre de las elecciones, hasta pueden tocar en el mercado central.