El problema son los millones de argentinos dispuestos a seguir comprándolos.
Ríanse de la proverbial mucama paraguaya.
Y no hablo de un pobre tipo que vive en una villa miseria y que depende de un plan social para darle de comer a sus hijos – después de todo, la necesidad tiene cara de hereje - sino de la clase media acomodada urbana.
El país vive el contexto internacional más favorable de los últimos 100 años. Literalmente sufre una sudestada interminable de dólares. Tienen plata para pagarle un sueldo nada despreciable a cada una de las familias pobres del país por no hacer nada.
¿Cómo se explican estos resultados?
La última vez que Argentina vivió una situación semejante, los argentinos de ese entonces se dieron maña para lograr que el país, que hasta ese entonces estaba entre los más pobres y atrasados de la región, se ubique entre los 10 primeros del mundo.
¿Qué pasó ahora?
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.