Oct 13, 2011

Ya que estamos

Podemos ver el historial de éxitos argentos en la construcción de submarinos:

ARA Salta (S-31): Ensamblado en Tandanor en 1973 a partir de secciones construidas originalmente en Alemania.

ARA San Luis (S-32): Ensamblado en Tandanor en 1974 a partir de secciones construidas originalmente en Alemania.

ARA Santa Fe (S-43): Iba a ser el primero de los cuatro TR-1700 a construir en la Argentina (los otros dos, el Santa Cruz y el San Juan fueron hechos en Alemania), pero murió en Domecq García cuando iba por entre el 50% y el 70%. Es el que la Yegua quiere terminar como un submarino nuclear, empresa que si no termina con otro cadáver inconcluso, acaba resultando en un Frankenstein de los mares.

ARA Santiago del Estero (S-44): Otro cadáver inconcluso de Domecq García, sólo que este murió al 30% de la construcción. Hay rumores que dicen que la Navy guardó todos los pedazos que pudo en containers a la espera de tiempos más propicios para la construcción.

Sin nombre (S-45): Tan inconcluso que ni llegaron a ponerle el nombre de una provincia que empezara con "S" (de todos modos ya estaba agotado el pool de nombres posibles); presuntamente lo habrían canibalizado para mantener operativos a los dos subs terminados, aunque también le cabe el rumor del Santiago del Estero.

Sin nombre (S-46): Igual que el anterior.

Y en cuanto a los reparados, el Salta estuvo dos veces en Domecq y la primera, a comienzos de los noventa, le tomó unos cuantos añetes; el San Luis entró a reparaciones sólo para quedar dentro del astillero cuando lo cerraron, aunque andan debatiéndose entre resucitarlo o convertirlo en museo; el San Juan lleva cuatro años metido en el galpón y el Santa Cruz espera su turno.

Recapitulando: de seis submarinos cuya construcción acometió la Argentina, sólo dos llegaron a terminarse y eso porque su "construcción local" fue al estilo de los galpones hi-tech de Tierra del Fuego, con todas las partes hechas afuera y traídas para el ensamblado. De tres submarinos que en distintos momentos fueron reparados acá, uno lleva cuatro años a paso de caracol, otro también supo tardar años y al restante se lo dejaron olvidado cuando le pusieron candado a la fábrica. Claramente, un historial de éxitos.

Aclaro que como buen loco de la guerra, no vería mal tener una industria naval propia como parte de una industria de defensa en serio... pero la clave es que sea en serio: sostenible, adaptada a la escala nacional, competitiva más allá de los clientes cautivos nacionales, tecnológicamente efectiva, económicamente viable y productiva... cosa que de ningún modo tenemos acá.

Mayor Payne

7 comments:

  1. El tema es que las políticas de estado son parte del gobierno, entonces hacemos y deshacemos según la administración de turno, o todo o nada y cuando digo todo ya sabemos lo que significa (Obra pública)

    Salu2 Gabriel

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  2. Seré muy vende patria, pero mi política de seguridad sería instalar una base naval de USA en el sur... volver al status de aliado extra OTAN con USA.

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  3. Pero Rothbard, gorilon peludo, no pensaste que si hacemos eso, al cumpa urien de que lo empleamos?

    Solo por eso se reabrio el astillero, para hacerselas sentir a los blanquitos.

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  4. En realidad, Hegeliano, a Urien lo habían mandado al Astillero Río Santiago (junto con un ascenso de dos grados y pago de sueldos adeudados... ¿quién dijo que el crimen no paga?), no a CINAR (nombre con el que se conoce a la unión siamesa de Tandanor y Astilleros Almirante Storni, ex Domecq García), que es un conchabo ideado por Garré durante su paso por el Ministerio de Defensa.

    De todos modos, ahora a Río Santiago lo maneja un tal González Elicabe que vaya a saber uno de qué tosquera bonaerense lo habrán sacado... parece que Urien era bastante machito para balear a un cabo por la espalda, pero los gremialistas de ARS lo hicieron palometearse en las extremidades inferiores. Bah, al final resultó ser otro garden variety Monto.

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  5. Soy aficionado a la defensa, la política, la tecnología militar ( un teckie bah) y me encantaría que las cosas se dieran en las condiciones que propone Major Payne.
    Ahora en la realidad, y dado el grado de locura de estos hijos de un camión de meretrices sifilíticas, la verdad agradezco no tener un ejército, y estar casi desmantelados.
    Esta gente es capaz de cualquier cosa.
    Nunca olviden, acá volaron RioIII y nadie se hace cargo, y les importo tres pepinos.
    No se les mueve un pelo en sacrificar a quien sea para conseguir sus intereses. Por eso, al día de hoy, mejor que no tengan medios para nada. Aumentar la capacidad estatal de alguna repartición hoy en día, es aumentar la capacidad de daño de estos hijos de puta.

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