Nov 22, 2011

Otro país

Como dice Mike, no parece otra época, parece una Argentina de historia alternativa:

Yo tenía 12 años, y lo recuerdo perfectamente, estaba en el almacén de mi tío, en Comodoro Rivadavia -esos antiguos almacenes con estantes de madera, con conservas, golosinas, cajones para azúcar suelta y otras cosas, mostradores lustrados, balanza de platos-, leyendo una revista tipo El Tony o D'Artagnan, y se escuchó en la radio la noticia.

Las reacciones que recuerdo fueron de mucho pesar, no había nacionalismo ni antinorteamericanismo, la imagen de Kennedy era muy apreciada, al igual que la de su esposa Jacqueline –y luego odiada cuando se casó con Onassis.

Es posible que en Comodoro Rivadavia eran los años del tremendo boom petrolero de Frondizi.

La ciudad progresaba con las empresas americanas –Pan American, Loffland Brothers, etc-, lo más habitual era ver americanos por la calle –y los cabarets que en cantidades había-, y todos, en general estaban contentos con eso.

Los padres enviaban a estudiar a sus hijos inglés con una profesora que atendía mil por día –Ms. Riss-, se creó por los americanos una escuela para sus hijos, que terminó siendo luego Acricana –un centro binacional como Icana de Buenos Aires-, y, el colmo de este furor proamericano, era que en el Colegio Perito Moreno, muchos se planteaban la conveniencia de que Comodoro –no como ciudad del Chubut, sino como lo que había sido hasta hace poco, la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia, la zona petrolera rica, del mar a la cordillera-, fuera anexada a Estados Unidos como Estado Asociado o algo por el estilo.

En el Colegio Perito Moreno había una biblioteca donde se pasaban películas. En las horas libres nos enviaban a ver alguna, y el 100% de esas películas las enviaba la Embajada de Estados Unidos, generalmente sobre avances tecnológicos, y la carrera espacial.

Lógicamente la anulación de los contratos petroleros por Illia dio por terminado el ciclo “americanista”, y sin muchas escalas se pasó al YPF estatal, el sindicato de SUPE con sus emblemas nacionalistas –“Defender el petróleo es defender la soberanía Nación”, o sea el tipo estaba en la boca de pozo con una bandera pensando que estaba en una trinchera frente a un enemigo.

¿Qué quedó de ese sentimiento que recordé –que tal vez no fue general ni unánime, pero que existió? Diría que nada. Actualmente prima en la gente que conozco, de distintos niveles sociales, el sentimiento “nacionalista”, el nacionalismo en el peor de los sentidos, el de odiar todo lo que sea “de afuera”, en lugar de sentir orgullo por lo que uno hace bien.

Disculpen si me extendí un poco, pero el tema me trajo todos estos recuerdos.

Pedro Guernica

2 comments:

  1. Louis:
    Como una muestra grotesca del "cambio de paradigma", se está debatiendo actualmente acá (en Comodoro), cambiar el nombre de la Avenida Kénnedy, por "Néstor Kirchner" ....

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