Qué locura, por favor:
La decisión de manejar el mercado cambiario oficial racionando las ventas de dólares de las reservas del Banco Central fue presentada como el “combate a la evasión, y al lavado de dinero”. La decisión de reconocer que no se puede seguir con los precios de los servicios públicos congelados fue inscripta en la necesidad de “emprolijar” los subsidios para que les lleguen a los que realmente lo necesitan. No se explicó muy claramente por qué subsidiar los costos de la electricidad utilizada en los casinos, formaba parte del “modelo de matriz productiva diversificada con inclusión social” y por qué, de pronto, dejó de hacerlo. Tampoco queda claro por qué un contribuyente no puede endeudarse para comprar dólares oficiales (es decir de las reservas del Banco Central) y sólo puede hacerlo con la capacidad de ahorro que calcula la AFIP. Tampoco se explicó por qué limitar la compra a ese supuesto ahorro es combatir el lavado de dinero o la evasión. Pero el relato es el relato y si en lugar de llamarlo “control de cambios” lo quieren llamar Pepe, que sea Pepe. Y si en lugar de llamarlo “reducción gradual de los subsidios a los sectores de mayor capacidad contributiva, para terminar con el experimento más regresivo de la distribución del ingreso que se ha vivido en los últimos años, y con la destrucción del mercado energético argentino”, lo quieren llamar Pepito, que sea Pepito.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.