¿Cómo es posible que millones de argentinos sigan comprando estos buzones? Nunca lo voy a terminar de entender:
Siguen sin entenderse muy bien los límites que se autoimpone Moreno en la fijación de precios.
Si su método de establecer a los cachetazos los precios de la sidra, el pan dulce y los demás elementos de la canasta navideña, es eficaz, no se entiende por qué ha limitado ese número a $ 11 (en el caso de la canasta) y $ 20 (en el caso del asado). ¿Por qué no $ 5 y $ 14, por ejemplo?, ¿o $ 3 y $ 10? Si total el esfuerzo de pegar cuatro gritos por aquí y una docena de amenazas por allá es el mismo para poner un precio de $ 11que otro de $ 3. Y así la gente estaría más contenta aún... Y pensándolo bien, ¿por qué no gratis?
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