Quiero creer que se hace, porque tonto no es, que lo suyo es tratar de no contribuir a agobiar a sus lectores remachando en el atolladero en el que se ha vuelto a meter el país y las nada halagüeñas expectativas a mediano y largo plazo.
De otra manera no se entiende que hable de la vuelta a un sistema bipartidista con la viuda de Kirchner (por quien, aparentemente, siente una enorme afinidad, ya que insiste en llamarla por el primer nombre) por un lado y Macri (Mauricio, porque ahora son todos brasileros) por el otro.
Tiene razón cuando dice que el bipartidismo es una de las características de las democracias republicanas exitosas (o por lo menos más estables). Pero para que el sistema tenga alguna posibilidad de éxito, las coincidencias entre las dos opciones electorales deben ser en la gran mayoría de las cuestiones de base (incluidas las reglas de juego) y las diferencias tienen que ser mínimas, de énfasis más que nada.
Con un proyecto con claras tendencias totalitarias como el kirchnerismo, no hay bipartidismo posible.
Hace rato que dejé de leer y ver a MG.
ReplyDeleteAvisame cuando retorne a la sensatez.