Dec 13, 2011

Maldición gitana

Lula y Dilma en Brasil.

El Pepe Mujica en Uruguay.

Alan García y, dejame de joder, hasta Humala en Perú.

¿Por qué los políticos argentinos – como los de Bolivia, Ecuador y Venezuela – han demostrado ser absolutamente incapaces de salir de la edad del pavo ideológica en la que viven, de ponerse los pantalones largos y dejar de privilegiar cuestiones ideológicas perimidas sobre los intereses del país?

¿Pasará por el nivel de representatividad que tienen los sistemas políticos de cada país?

7 comments:

  1. Hay mucho de revanchismo pelotudo, como en los '70 el de Montoneros contra la Organización Nacional (de Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca), el de éstos es contra Perón, en primer lugar, y contra los milicos del Proceso.
    Mucha actitud adolescente tardía, en viejos que ya no peinan canas porque se les cayó el pelo, tipo: "ahora lo hacemos porque antes no se podía/nos censuraban/no me dejaban"

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  2. No lo hacían porque eran cagones, pero ahora además se pueden llenar los bolsillos con la plata de la perrada que los votó, que se jodan.
    El discurso político de lástima se lo dejo para la cebrada transpirada en bicicleta sin guardabarros, para mí dejame la corrupción y el delito Nac&Pop total acá nadie va preso.

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  3. No se puede hablar de "sistemas políticos" en Argentina porque, al menos desde que yo tengo uso de razón, nunca se intentó implantarlos en nuestro país. La prueba está en que los únicos presidentes (y lo nuestro es presidencialismo puro) que zafaron y descollaron por sobre la media general, llegaron a serlo por pura chiripa: Frondizi por el famoso acuerdo con el sátrapa e Illia, porque entre abstenciones e impugnaciones recibió un mandato que ni él mismo creía poder lograr. El resto, golpes aparte, fue todo tramoya y/o oportunismo.
    El argentino común busca "LA FIGURA" y ni se preocupa por saber si tiene o no un programa, si le da la talla para dirigir el país, si tiene equipo, si ha planeado para uno, dos, o cincuenta años. No. Eso no tiene importancia, porque lo atamos con alambre y listo.
    Pero ojo, que no creo que a Mujica, a Lula, o a cualquier otro latinoamericano, sus compatriotas le hayan puesto el ojo por sus dotes de estadista. Nada de eso. Si salen bien es de suerte y si salen mal, es uno más para chivar.
    Si para ejercer el puesto mayor, se debiese rendir exámen como para ser médico, ingeniero o simplemente para conducir un vehículo, hace rato que no tendríamos presidente, pero ahí se llega merced a trampas, mulas y otras yerbas. Por eso la cuestión no es que se pongan los largos, sino llegar a demostrar que pueden merecer llevar pantalones, porque hasta eso está en duda.
    Como decía una catedrática de mi amistad, los que llegan a ser viejos de mierda, es porque en su momento fueron jóvenes de mierda. No se echaron a perder con los años.

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  4. La diferencia que tiene la Argentina con todos esos países vecinos es que la Argentina pintaba que iba a ser de "Primer Mundo" hace setenta años y más.

    Los argentinos de entonces, por lo menos la mayoría, creyeron que ya vivían en un país rico que debía dominar a toda la región y actuaron en consecuencia.

    Sobrevino a eso la caída del Imperio Británico y el mundo occidental pasó a ser liderado desde Washington en lugar de desde Londres, algo que dio un golpe durísimo a las exportaciones y la importancia de la Argentina.

    Todo eso junto, me atrevo a aventurar, creó todo este resentimiento, toda esta idea de que teníamos un destino de grandeza y nos lo "robaron".

    Nos creíamos y nos creemos tanto que no aceptamos que nos equivocamos.

    En definitiva, diría, es la famosa arrogancia que con tanto acierto nos atribuyen a los argentinos.

    Hemos visto tantas iteraciones de crisis, desastres y pobreza que siguen a políticas que ignoran la razón que ya nos cuesta imaginar que alguna vez vayamos a ver el abandono del paradigma del fracaso, el de la Argentina pseudo-autárquica que supuestamente no responde a las leyes de la economía.

    Supongo que los venezolanos no deben de sentirse muy diferente.

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  5. Es muy claro que la América hispánica se está partiendo en dos: América Latina y América Letrina.

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  6. Andy, si hasta un nacional socialista de la variedad indigenista como Humala o un ex terrorista como Mujica fueron capaces de superarlo, ¿por qué no los políticos argentinos que suelen estar mejor preparados, en el sentido de tener algún título de algo?

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  7. Miguel, si la prosperidad de los países es una cuestión de suerte, estamos listos.

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