De un lector anónimo, lo de Perry es tremendo.
Hablando en serio, yo sigo creyendo que cada uno es dueño de vivir su vida como mejor le venga en ganas y/o como lo haga feliz, y eso incluye las preferencias sexuales. Nadie tiene nada que decir ni meterse en la vida privada de las personas.
Pero tampoco carguemos tanto las tintas en Perry.
Obambi, progre alocado si los hay, tampoco está a favor del casamiento de las personas del mismo sexo ni de los homosexuales a cara descubierta en las FF.AA., por lo menos hasta ahora, que parece que las encuestas no le dan. ¿Alguien desde la izquierda dice algo/lo acusa de algo?
¿Esto es en serio?
ReplyDeleteSi leen bien el mensaje el tipo contrapone dos cosas:
1) El hecho de que los homosexuales puedan ser parte del ejército.
Contra
2)El hecho de que el cristianismo esté mal visto.
Plantea lo paradójico de la situación: Se puede ser tan progre de aceptar algo de avanzada, pero no se acepta algo tradicional, del pasado.
No es contra los gays. Sino a favor de los valores tradicionales.
Diganme que era todo una joda y que puedo terminar en mi función de profesor de semiótica.
A mi me gustaba Perry pero la cagó fiero con esto. EL PROBLEMA ES LA ECONOMIA, y cada minuto que los candidatos pasan hablando de otra cosa, son minutos donde trabajan para la reelección de Obama.
ReplyDeleteLa prensa cortesana lo sabe y por eso cambia la agenda todos los días. Así contribuyeron a la extinción de Cain como candidato viable (ayudado por su inexperiencia y torpeza de campaña, claro está).
Pero pensé que Perry tenía más cintura política y se iba a concentrar en empleo y economía. Despues de todo, él es el único candidato que podría decirle a Obama : "Yo también heredé una economía de G.W.Bush, que la gente compare lo que hizo cada uno".
Comparto, Don Freeman.
ReplyDeleteDe acuerdo con Don Freeman.
ReplyDeleteLa piedra del escándalo no es la palabra "gays".
Es la palabra "wrong".
Ése es el disparador.
Desde el momento en que el receptor del mensaje escucha "wrong" automáticamente entra en una asocicación negativa y el fin principal del mensaje -que tan bien explicó D.Freeman- se transforma en una 'publicidad antigay' alejándose de la esencia del discurso.
Una pena que quien le haya escrito el guión no haya analizado el efecto que ciertas palabras tienen sobre quien las escucha.
Saluti a tutti.
F.
Léase: asociación.
ReplyDeletePerdón, se me escapó, por no revisar.
F.
Convengamos que hay que ser un poquiiiitito tendencioso para acusarlo de homofóbico o anti-gay.
ReplyDeleteEs de progre que tiene listo el prejuicio y salta con determinadas cosas. Pero no porque esas cosas signifiquen algo, sino porque quién adjudica el significado así lo hace.
El asunto no está en el enunciado, sino en quien se adjudica su interpretación, que "le cuelga el significad que no tiene".
Típica maniobra progre. Podría salir en TVR o 678, tranquilamente.