Que ante el anuncio de que Canadá se retira del “tratado de Kyoto”, la municipalidad local hizo público un proyecto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% hasta 2015.
El sueño del Kyoto propio hecho realidad.
Más allá de que sería interesante que la craneoteca municipal explique qué sentido tiene que una ciudad reduzca sus emisiones si las otras 1200 de la provincia no lo hacen, estas cosas quedan mucho más claras cuando se las analiza en dólares y puestos de trabajo que se destruyen.
Reducir en un 5% las emisiones de gases efecto invernadero en 3 años implica a) reducir el PBI de la ciudad en un 5% o b) reemplazar las fuentes de energía actuales por otras con menor emisión de gases de efecto invernadero.
En cualquiera de los dos casos, se trata claramente de ser más pobres, ya sea produciendo menos o reemplazando fuentes de energía más baratas por fuentes de energía más caras.
Seremos más pobres al cuesco pero, eso sí, a caqueros no nos gana nadies.
El sueño de la Kyotita propia.
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