Pero el nuestro ha sido un sueño cutre, gris, anodino. Hemos vivido el sueño de la mediocridad, de hacer lo justito, el sueño de que teníamos derecho a todo, de que para cualquier problema, reto o exigencia que nos plantease la vida, ahí estaba el Estado para solucionarlo...
En todo, desde la educación para nuestros hijos hasta el ocio que disfrutaríamos, desde la pensión hasta la vivienda, desde nuestro trabajo y nuestro sueldo hasta nuestra salud, pasando por asuntos tan personales como compatibilizar el trabajo y la familia, los españoles hemos soñado con que el Estado nos resolvería la papeleta.
Así, nos iban a dar una casa de protección oficial, con un colegio público cercano para nuestros niños, con un polideportivo también público donde nos darían clases de aerobic o jugaríamos al pádel, con un centro cultural, por supuesto también gratuito, donde veríamos pelis, obras de teatros... y por supuesto un transporte público en la puerta.
Soñábamos con ser funcionarios o tener un trabajo garantizado de por vida, con el "no te pueden echar" o como mínimo con seguros de paro indefinidos. Responsabilidades, ninguna. Objetivos, ninguno... Vivir, ser felices, disfrutar de los amigos...
La democracia era la herramienta para lograrlo. Solo había que votar al político adecuado, al partido correcto y lo teníamos hecho. Ellos proveerían por todas nuestras necesidades...
Pero el sueño se ha acabado, el sueño español ha acabado siendo una pesadilla y ahora nos toca volver a la realidad... ¡Feliz 2012!
La Madre Patria. Y nosotros ligamos todo su ADN, qué lo parió la genética.
ReplyDeleteMe cago en Mendel.
JL
Ni "madre patria" ni "genética cultural"... efectos del Estado de Bienestar... similares en cualquier parte donde se lo haya implementado.
ReplyDeleteSe terminó la magia.
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