Gracias por el hermoso recuerdo. Tuve que colarme entre un contingente de asiáticos para poder verla, de lo cual no me enorgullezco. Aunque tampoco me arrepiento, ya que esta magnífica obra valió cada gota de vergüenza transpirada.
Pecados mochileros de juventud, confesados en el lugar menos propicio. Pero que hacían en el Vaticano todos esos paganos adoradores de Pikachu, anyway.
Buenisima, realmente. Me encantó el copyright en el piso.
ReplyDeleteGracias por el hermoso recuerdo. Tuve que colarme entre un contingente de asiáticos para poder verla, de lo cual no me enorgullezco. Aunque tampoco me arrepiento, ya que esta magnífica obra valió cada gota de vergüenza transpirada.
ReplyDeletePecados mochileros de juventud, confesados en el lugar menos propicio. Pero que hacían en el Vaticano todos esos paganos adoradores de Pikachu, anyway.