Que la idea tácita en Argentina es (o era) aprovechar los ingresos extraordinarios de estos años para, durante algún tiempo, darse con un montón de gustos y hacer realidad muchas fantasías de toda la vida.
Qué sé yo, no lo comparto, pero en gran medida era inevitable. Mucho consumo postergado. Es parte de la naturaleza humana.
Pero si la idea era vivir en un país virtual, a gusto y paladar de los argentinos, mientras dure la plata, no termino de entender por qué eligieron uno que tiene mucho más que ver con el pobrismo y pedorrismo tercermundista profundo que con la seriedad, la previsibilidad, la seguridad, el orden y la limpieza de los países de ingresos altos.
¿Se sienten más cómodos viviendo así?
ah...pero para tener "la seriedad, la previsibilidad, la seguridad, el orden y la limpieza de los países de ingresos altos" hay que sacrificar el HOY y apostar a un largo plazo coherente. Para apostara un pasi que genere riqueza hay que alentar unversiones, o sea fijar politicas de estado serias y reglas inamovibles. Con eso , no se puede hacer populismo y ganar elecciones...Conclusion, elejimos vivir con fiesta actual y futuro de pais pedorro ( y la fiesta actual tampoco es tan fiesta , ya que un 35-40% de la poblacion vive para el orto)
ReplyDelete... y casualmente , y a proposito de un par de posts de la semana psada, estoy a punto de abrdar rumbo a Lima...
ReplyDeletePérez, cuente y mande fotos.
ReplyDeletePérez, pero la Argentina kirchnerista, más que una fiesta parece un pasaje de un documental sobre Haití.
ReplyDeleteEl tema es que de esos gustos y fantasías solamente disfrutaron los que lograron beneficiarse con un empleo público o planes sociales varios, y empresarios beneficiados con subsidios y/o proteccionismo. El resto, los que laburamos y aportamos a la "causa" sin recibir nada a cambio, la hemos pasado bastante mal. Recién en los últimos 1 o 2 años, y gracias a que el peso dejó de estar devaluado respecto al resto de las monedas, parte de este último grupo empieza a darse algunos gustos, como viajar al exterior (nada del otro mundo, algo que para la clase media de cualquier país medianamente desarrollado es absolutamente normal), y al costo de pagar un precio altísimo en cuanto a libertades inviduales: ya no se pueden comprar dólares en el circuito formal, ni se pueden comprar productos extranjeros (la importación está casi totalmente cerrada). En fin, un desastre total.
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