Nos guste o no, la mayoría abrumadora en el Congreso hace suponer que se trata de un simple trámite formal en ambas cámaras, nada más. Y si se les ocurriera hacer algún tipo de consulta popular, no veo porqué el 54% que votó por el "modelo" no lo haría nuevamente, más teniendo en cuenta que el 15% que votó a Binner también adora las "reformas", las "políticas proactivas" y la "búsqueda de consensos"... todos ellos firmarían cualquier decreto, ordenanza, ley o proyecto de reforma que hable de "defender nuestra riquezas", "proteger nuestros recursos mineros", etc., etc., etc.
Lo que no me banco son este tipo de declaraciones de políticos "opositores" como Binner (hasta la carita que ponen me molesta): "Creo que no es éticamente saludable que, en ejercicio de su función, un gobierno pida modificar la Constitución en función de su beneficio personal".
"Éticamente saludable" my ass... ¿qué te pasa, Binner? ¡Votaste todo lo que te pusieron enfrente, papá!
Yo me pregunto: ¿cuánto se creen que podrían aguantar Binner y su gente la presión de diputados y senadores kirchneristas cuando les empiecen a hablar de incluir en la reforma abstracciones como "favorecer la distribución de la riqueza", "combatir la renta financiera", "que la crisis la paguen los ricos", "nacionalizar todos los recursos naturales", "nacionalizar la banca", "nacionalizar el comercio exterior", "nacionalizar la educación pre-escolar, primaria y secundaria", "declarar de interés nacional el dogma socialista", "incluir a Juan B. Justo en los billetes de 100 pesos", etc., etc., etc.
¿Una semanita de declaraciones coordinadas de Aimé Boudou, Flopy Randazo, Silvina Garré, Pichetto y Julián Domínguez? ¿Tanto?
Nico
No se vuelve más.
ReplyDeleteLos que estamos por la república somos una minoría y en extinción como los tatu carreta o los ciervos de pantano.
ReplyDeleteTwit de gonorrea:
"seguro que vamos a entender mejor este tema cuandoGaleano nos cuente una fábula con animalitos. Genial.
El nivel de hipocresía es muy alto... como cantar "y los libres del pueblo responden...", decir cada 2 minutos que la libertad es buena, que el hombre es libre, que somos la REPUBLICA Argentina, que somos un pueblo libre y blah blah... repetido hasta el hartazgo por docentes, menores, mayores, etc.
ReplyDeleteAhora, cuando nos ponemos a ver la nación que tenemos y lo que queremos que sea, realmente, es un caso de esquizofrenia como dicen ustedes. Muy aguda.
Otro que le están por agrandar el combo.
ReplyDeleteLa nacionalización de la educación ya está en marcha, las bases sentadas en la ley del 2008 ya están teniendo efecto. El espíritu de la Igualdad™ (proletarización) que nos tranforma a los profesionales en "trabajadores", es uno de los efectos colaterales.
ReplyDeleteA fines del año pasado, anunciaron que se iba a titularizar en forma masiva a todos los "compañeros" (bien podrían haber puesto "cumpas") interinos o suplentes con antigüedad en el puesto de 3 años o mas. A todos y todas; tengan título universitario o un diploma del curso de historieta por correspondencia de Carlos Basurto.
Los que accedimos a la titularidad de horas cátedra mediante sucesivos concursos de oposición de antecedentes (títulos de grado y posgrado, becas, cursos, publicaciones...)nos fuimos en caravana a pedir refugio en la embajada de Jodete por Bolud@. Ni hablar de los profes recién recibidos, que veían desvanecerse la oferta de horas por las cuales concursar.
Cuando los representantes gremiales vinieron a dar explicaciones a mi colegio, todos los que protestaron fueron acusados de falta de solidaridad -como si fuera lo mismo donar ropa para los inundados que resignar un puesto de trabajo a alguien menos calificado.
Yo pedí la palabra al final, para explicar un círculo vicioso: como los no-titulados no concursan su puesto, tampoco se molestan en perfeccionarse para obtener puntaje. Y ahora que van a tener la vaca atada, menos que menos pensar en volver a los claustros! Las leyes del juego -el Estatuto del Docente- fué absorbido por Higienol.
Como coordinadora de mi área tengo la amarga tarea de intentar mitigar los estragos que hacen en el aula algunos "trabajadores de la educación" que tocan de oído. El derecho de los trabajadores a la "estabilidad laboral" choca contra un derecho que no está contemplado: el de los alumnos a la calidad educativa.
typo en la 3ra línea: "transforma."
ReplyDeleteLo mejor es que den por terminada la Constitución de 1853. Estos tipos no se la merecen (y nosotros tampoco por no saber defenderla).
ReplyDeleteValeria: Inclusión, Igualdad, Indigencia.
ReplyDeleteTres palabras que para mí, definen lo que queda de la educación.
Valeria, con tu anécdota me has hecho recodar lo que dice Rothbard sobre la educación:
ReplyDelete¿ Uniformidad o diversidad?
Si bien los actuales educacionistas no llegan tan lejos como el Ku Klux Klan, [nota: anécdota sobre como lograron que se apruebe la educación pública obligatoria aboliendo la privada] es importante darse cuenta de que la misma naturaleza de la instrucción pública requiere la imposición de la uniformidad y la eliminación de la diversidad y la individualidad en la educación, dado que es inherente a toda burocracia gubernamental ajustarse a un conjunto de reglas e imponerlas de manera uniforme y autoritaria. Si no fuera así, y el burócrata decidiera sobre los casos individuales ad hoc, se lo acusaría, con justo derecho, de no tratar a cada contribuyente y ciudadano de manera igual y uniforme. Sería acusado de discriminación y de brindar privilegios especiales. Además, desde el punto de vista administrativo es más conveniente para el burócrata establecer reglas uniformes en toda su juris-dicción. A diferencia de la empresa privada, cuya finalidad es obtener ganancias, la burocracia gubernamental no le interesa ser eficiente ni servir a sus clientes lo mejor posible. Al no tener fines de lucro, y a salvo de la posibilidad de sufrir pérdidas, el burócrata puede descuidar, y de hecho lo hace, los deseos y demandas de sus consumidores-clientes. Su interés principal es "no hacer olas", y esto lo logra aplicando equitativamente un conjunto de reglas uniforme, no importa lo inaplicable que pueda ser en cualquier caso puntual.
El burócrata de la escuela pública, por su parte, se enfrenta con cierto número de decisiones cruciales y controvertidas para determinar los parámetros de la educación formal en su área. Debe decidir, por ejemplo: ¿La educación debería ser tradicional o progresista? ¿De libre empresa o socialista? ¿Competitiva o igualitaria? ¿Humanista o vocacional? ¿Segregada o integrada? ¿Debe incluir educación sexual o no? ¿Religiosa o laica? O con alternativas diversas entre estos polos. La cuestión es que, sea lo que fuere que decida, y aun si su decisión se adecua a los deseos de la mayoría del público, siempre habrá un número sustancia! de padres y niños que serán privados en forma absoluta del tipo de educación que desean. Si la decisión es favorable a la disciplina tradicional en las escuelas, los padres de ideas más progresistas saldrán perdiendo, y viceversa; lo mismo sucede con todas las demás decisiones críticas. Cuanto más pública se torna la educación, más se privará a padres e hijos de la educación que, en su concepto, necesitan, y la uniformidad impuesta con mano de hierro eliminará las necesidades y deseos de los individuos y las minorías.
En consecuencia, cuanto mayor sea la esfera de la educación pública en comparación con la privada, mayores serán el alcance y la intensidad del conflicto en la vida social, dado que si una agencia gubernamental debe tomar la decisión acerca de si la enseñanza tiene que ser tradicional o progresista, integrada o segregada, si se debe impartir educación sexual o no, etc., entonces resulta
sumamente importante obtener el control del gobierno e impedir que los adversarios tomen el poder. Por ende, tanto en educación como en todas las demás actividades, cuantas más decisiones gubernamentales reemplacen la toma de decisiones privadas, más numerosos serán los diferentes grupos que se enfrenten mutuamente, en una carrera desesperada para que todas y cada una de las
decisiones en cada área se tomen según sus deseos.
Bueno , que esperaban después de ver la foto de Abott y Costello de gira en la Internacional Socialista haciéndole el caldo gordo al juego K de distracción de la semana, esa bonita página intitulada: "Malvinas y los calamares". No se puede esperar mucho más de los sucesores de Américo Ghioldi.
ReplyDeleteSaludos, Martín.
El socialismo-radicalismo es la segunda selección del FPV.
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