Notable editorial en el Tribuno de Salta, sobre las protestas contra la minería. Lo copio todo porque no tiene desperdicio, los resaltados son míos :
Atacar a la minería es una forma de impedir el desarrollo
La ola de oposición a la minería desencadenada en la Argentina no es ingenua, porque responde a intereses políticos; es dañina para el país, porque cercena, una vez más, las posibilidades de desarrollo nacional, y es injustificada, ya que los cuestionamientos a esta actividad no tienen fundamentos verificables.
La movilización para que la empresa canadiense Osisko Mining Corporation no explore la presencia de oro en Famatina nada tiene de democrático y, mucho menos, de una genuina defensa del interés nacional.
Es nefasto para un país que las grandes decisiones en materia de inversiones y desarrollo queden a merced de las ocurrencias de gente sin conocimiento técnico. La protesta contra la minería en Famatina fue alentada por músicos como León Gieco o Raly Barrionuevo, es decir, personas cuyo prestigio no pasa por sus conocimientos del subsuelo ni sobre los ecosistemas, sino por la capacidad para expresar sentimientos.
Cabe destacar al respecto la concurrencia de activistas de Gualeguaychú, cuyas asambleas alteraron las relaciones entre Argentina y Uruguay para oponerse a una pastera que, como lo demuestran los exámenes efectuados por ambos países, no contamina ni puede contaminar las aguas comunes del río Uruguay. La mala experiencia de Gualeguaychú debería servir de enseñanza, pero los argentinos parecemos empeñados en chocar infinitamente contra la misma piedra que nos condena al subdesarrollo.
Las fábulas son malas consejeras.
Nadie ha podido reportar daños producidos por la minería a cielo abierto en ningún lugar del mundo, salvo algún accidente.
Es llamativo que Martín Prieto, el presidente de Greenpeace, o el cineasta Fernando “Pino” Solanas no hayan brindado precisiones sobre los efectos reales de la extracción de oro a cielo abierto y con uso de cianuro y que, al mismo tiempo, guarden un silencio atronador sobre las catástrofes causadas por la minería tradicional, en el subsuelo, con derrumbes con final trágico.
La minería, como toda actividad humana, tiene sus riesgos. Pero sin la minería, la sociedad moderna no podría existir. Los detractores deberían ser honestos y, en este caso, renunciar al uso de celulares, automóviles, computadoras y a todo lo que suponga una modificación de la naturaleza. La llamada “megaminería” es una de las actividades más seguras y solo pueden llevarla adelante las grandes corporaciones debido a la inversión y los plazos de financiamiento que requiere.
Mentir en esta materia es hacer ecoterrorismo.
El cianuro es usado desde hace décadas en esta y en muchas otras producciones industriales y existe un sistema preventivo que garantiza el control de cualquier escape.
La minería no depreda recursos, sino que deja en el país el 70 por ciento de lo que factura, en impuestos, sueldos y pago a proveedores.
Es falso que utilice el agua supuestamente escasa de las montañas, ya que su consumo es incomparablemente inferior al que se registra en los olivares de las zonas cercanas al área minera.
Si bien fue desafortunada la expresión del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, cuando comparó a los ambientalistas con los nazis, es cierto que las campañas contra el desarrollo minero, lo mismo que el forestal y el agroganadero son nefastas para las provincias. Sentados en coquetos bares, muchas veces construidos sobre tierras ganadas al río, y a la vera de las aguas más contaminadas del mundo, como son las que rodean a las grandes ciudades, los ambientalistas urbanos llevan adelante luchas nefastas sobre cuestiones que no conocen y cercenan sistemáticamente las posibilidades económicas de las provincias.
El gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, anunció el propósito de someter la decisión acerca de la mina cuestionada a un plebiscito. Lo más probable es que la ciudadanía riojana apruebe el proyecto de Osisko.
Sin embargo, con conductas antiproductivas como las que se han exhibido en las últimas semanas, el destino del desarrollo y del país federal se encuentra seriamente comprometido.
Firmo abajo, salvo en lo de "expresión desafortunada", no sabía que un gobernador argento había calificado a los ambientalistas como nazis, me soprende agradablemente.
Algo que no entiendo, es porqué no hay más información acerca del método en sí. Lo que se encuentra casi siempre es lo que dicen los ecologistas, no lo descarto, pero por experiencia casi siempre desde lo técnico científico está muy errados, y por ello sus afirmaciones están demasiado teñidas de cuestiones ideológicas.
ReplyDeleteSobre la cuestión de fondo de todo este asunto ecología y desarrollo recién leo en La Nación:
Viven sin dinero y llevan a Alemania a detenerse y pensar
http://is.gd/i1POrl
Sobre una pareja idealista que come desechos (dicen que se tirá mucho que sirve, e impulsa una legislación sobre ello por hay algo mal en el sistema).
Dice la nota que saben que su modo no puede cambiar al mundo, pero quieren llevar un mensaje. ESO SÍ PARA ELLO USAN FACEBOOK Y SITIO WEB, CON TODO LA INCOHERENCIA DE FONDO QUE SIGNIFICA.
Entiendo que los que se oponen son impresentables, entiendo que el oponerse a una cuestión productiva es atentar contra el progreso real de la gente.
ReplyDeletePero en esta estoy en contra, al régimen hay que combatirlo donde se financia, si esto les significa un ingreso genuino y les sirve para mas populismo berreta estoy en la vereda de enfrente dandome besos con los sucios hippies.
Agrego a mi primer comentario. Además de Facebook, usa G++ y Twitter. Viaja y se saca fotos con sus zapatillas Nike. Por supuesto, las habrá recogido por ahí.
ReplyDeleteEs muy linda utopía lo del mundo de amor que plantean. Pero creo que no son conscientes de que todo lo que hacen, aún queriendo estar al margen del sistema productivo (siendo corporativista) lo pueden hacer gracias a su existencia.
Yo creo que no se plantean cómo sería si nunca hubiera existido.
Me da la sensación de que con estas ideas de otro modo de desarrollo donde se comparte, donde lo primordial no es seguir los sueños, los objetivos, donde vivimos en una especie de armonía con la naturaleza (a lo Avatar) ,etc. nos van a llevar a nuevos y terribles totalitarismo, peores que los que ha pasado ya la humanidad. Me temo que le estén abriendo la puerta a eso, en vez de a "un mundo basado en el amor" (y no en el egoísmo dirían)
De acuerdo con el fondo de la cuestión pero hasta ahora el nivel de la argumentación es de cuarta, de un lado está León Gieco y Pino Solanas, y del otro Gioja y Cristina Fernández. Por ahora, en la forzosa, me quedo con los primeros.
ReplyDeleteOK, de acuerdo, es la lucha entre el SIDA y el cáncer. Pero :
ReplyDeleteHay una verdad objetiva (no la conozco) acerca de si estos emprendimientos mineros contaminan o no, sobre si comparten sus beneficios con las comunidades o no, sobre si brindan empleo o no.
A Gieco y la progresía verde, esto le importa un bledo, se oponen en forma irracional y fundamentalista, como lo hicieron en Gualeguaychú. Hoy, incidentalmente, estan de la vereda de enfrente del gobierno actual... imagínense lo que le harían a una administración Benegas o De Lazzari.
Si alguien califica de nazis a los fundamentalistas verdes, le doy la derecha por mas que sea Gioja o la propia Kretina-in-chief. Además que me encanta verlos correrse por izquierda unos a otros, hasta que se salen del espectro visible.
Apoyo la moción de Hegeliano: hay que sacarles la caja. Es la única forma de que esta gente se extinga.
ReplyDeleteY los ecologistas me tienen recontra-podrida. Habría que encontrar la forma de extinguirlos a ellos también.
Opino como Hegeliano. El drama aca es que la plata que ingrese por la mineria ni en pedo se va a traducir en desarrollo para la provincia.
ReplyDeleteSe la van a llevar la banda de mafiosos que tenemos por gobiernos, nacional y provincial.
El unico desarrollo real sera un incremento de los planes vagancia.
Firmo abajo.
ReplyDeleteDe acuerdo con Hege y lo planteé hace unos días aquí. El modelo de negocio minero es funcional a las satrapías feudales populistas. Ejemplo: Catamarca y los Saadi desde hace años. Ahora Gioja en San Juan y así sucesivamente, todos rindiendo tributo al Reinado Unitario de la reina milanga.
ReplyDeleteEatá pasando lo mismo con los salares y la explotación del Litio.
ReplyDeleteLas comunidades aborígenes se quejan y por supuesto ya hay banderola con el Che diciendo No a la minería en los salinas.
La cuestión la definiría por propiedad. Pero quién es el dueño, quien decide cuando es colectivo, la comunidad aborigen. Algunos quieren y otros no.
Por un lado no quieren que se toque por su modo de vida y conservar el salar, pero así nunca se hubiera hecho nada, es lo que quieren los ecologistas (mientras hablan por celular y denuncian con una notebook)
Por otro tendrían trabajo y quizás regalías o algo similar. Hoy no tienen nada más que sal entre las patas.
En este caso ignoro la contaminación que podría haber, paisajísticamente es obvio el impacto, pero cualquier actividad tiene ese impacto.
Cambiando la palabra salinas por petróleo, acá en la patagonia pasa todo el tiempo. Pasó también con el Cerro Chapelco; la base y los medios de elevación del centro de esquí, resultaron estar asentados sobre territorio sagrado mapuche.
ReplyDeleteEs el efecto boomerang. Fomentar la ignorancia no siempre es redituable. Coincido con Hege.
ReplyDeleteComo introducción al tema vayamos a ver la experiencia argentina en la materia.
ReplyDeleteEl artículo aparecido en el Diario de Cuyo se intitula : “ ANTECEDENTES , MÁS DE UN SIGLO DE CIANURO” , y muestra la experiencia de la actividad minera con el cianuro en la provincia de San Juan
Las conclusiones que podemos sacar son las mismas de siempre. En las industrias que se manipula y trabaja con sustancias peligrosas (tóxicas, inflamables, explosivas o corrosivas) los accidentes debidos a esos materiales son ínfimos o prácticamente inexistentes.
http://www.geonavitas.com.ar/es/noticias/mineria/argentina/3307-mas-de-un-siglo-de-cianuro.html
Creo que Leon Gieco es doblemente ignorante. Cuando se refirió a los “putos canadienses” debió haber hecho referencia también a los “putos sanjuaninos”...
Luis, me temo que Gieco habla por millones de argentinos que comparten sus dichos.
ReplyDeleteTotalmente de acuerdo con la editorial de El Tribuno.
ReplyDeleteEn cambio, no coincido con algunos opinadores sobre "quitar caja" si eso implica mentir o fomentar la no inversión en el país en actividades productivas. Con lo que hace el gobierno ya es suficiente caja que se quitan solos. El problema, como suele decir Louis, son los millones de argentos de a pie, mal informados o malintencionados, anti-sistemas etc. Algunos me asombran como mienten. Fui suave en mi comentario en ese vínculo, por que no quiere pelearme etc. Pero la verdad, ni bola me dieron. No sé que es peor.
Lo que si sé, es que no quiero ser como ellos.
Nunca.
Saludos,
Emilio de EFINews
Emilio, es incomprensible el rechazo que generan en Argentina todas las actividades productivas.
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