Lo que más me desesperanza es que uno no puede ilusionarse diciendo que sólo es cuestión de esperar que caiga este régimen para que después vuelva todo a la "normalidad".
No, hay una gran parte de la sociedad y sus representantes que piensan que esto es lo mejor para la Argentina y quien así no lo cree es el enemigo.
Bueh, como tonto consuelo supongo que históricamente tenemos suerte si nos comparamos con las sociedades en florecieron especímenes como Stalin y Hitler.
Néstor, mi esperanza es que todo ese odio y resentimiento esté concentrado en un porcentaje mínimo de la población y que la gran mayoría vaya con la corriente.
Estos después dirán que ya se habían desilusionado en los dos primeros años del mandato, de la misma manera que se habían desilusionado de Alfonsín, Menem, la Alianza, etc. pero que la otra opción (la oposición) era mucho peor y entonces era mas prudente apoyar lo menos malo, lo escuche mil veces... me imagino que los que son más grandes que yo lo habrán oído más veces también.
Se convoca al odio desde el Estado porque ese odio ya está en la población -incluso, muchas veces, sin objeto específico. Si la población no tuviera ese odio los gobernantes no podrían utilizarlo en su favor. Por otra parte, la política -sin idealismos- es, en una medida importante, el uso y la canalización del odio.
Lo que más me desesperanza es que uno no puede ilusionarse diciendo que sólo es cuestión de esperar que caiga este régimen para que después vuelva todo a la "normalidad".
ReplyDeleteNo, hay una gran parte de la sociedad y sus representantes que piensan que esto es lo mejor para la Argentina y quien así no lo cree es el enemigo.
Bueh, como tonto consuelo supongo que históricamente tenemos suerte si nos comparamos con las sociedades en florecieron especímenes como Stalin y Hitler.
Néstor, mi esperanza es que todo ese odio y resentimiento esté concentrado en un porcentaje mínimo de la población y que la gran mayoría vaya con la corriente.
ReplyDeleteEstos después dirán que ya se habían desilusionado en los dos primeros años del mandato, de la misma manera que se habían desilusionado de Alfonsín, Menem, la Alianza, etc. pero que la otra opción (la oposición) era mucho peor y entonces era mas prudente apoyar lo menos malo, lo escuche mil veces... me imagino que los que son más grandes que yo lo habrán oído más veces también.
ReplyDeleteSe convoca al odio desde el Estado porque ese odio ya está en la población -incluso, muchas veces, sin objeto específico. Si la población no tuviera ese odio los gobernantes no podrían utilizarlo en su favor.
ReplyDeletePor otra parte, la política -sin idealismos- es, en una medida importante, el uso y la canalización del odio.
Dame a alguien a quien odiar y te seré fiel.
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