El problema es que van en el sentido exactamente contrario al que deberían ir si la idea es que el país salga del círculo vicioso de la pobreza y del atraso.
Creo que no exagero si digo que entre el 80% y 90% de los argentinos, con o sin responsabilidades dirigenciales, están convencidos, por lo menos por ahora, de que el camino es el populismo clientelista en lo político y el corporativismo prebendario en lo económico:
¿Cómo está entonces la imagen de la oposición después de la representación presidencial sobre las Malvinas? Aquellos que acudieron y aplaudieron, quedaron al borde de la corte de los aplaudidores. Aquellos que no concurrieron, confirmaron la división opositora. De resultas del monólogo presidencial a la que había sido invitada, la oposición a Cristina, que ya era débil, hoy lo es todavía más.
De acuerdo Louis, se lo advertí a Patricia Bullrich, que sabe que la voté, pidiéndole que no concurriera.
ReplyDeleteMe contestó que era una decisión difícil y luego la ví entre la cohorte de aplaudidores, lo que me dolió mucho y se lo dije.
Todos son impresentables, Louis, en los hechos no existe la oposición, nadie.
ReplyDeleteEl único político que hubiera podido intentar, tal vez, darle un destino distinto al país (no digo que tenga la estructura ni siquiera la posibilidad ni mucho menos) era López Murphy, pero ya fue.
Era el que más clara la tenía, a pesar de ser radical, de lo mejorcito que hubo.
Creo que la Bullrich se estarà dando la cabeza contra la pared.
ReplyDeleteSe puede ser tan, pero tan idiota?
Quizás con algún punto de contacto -o varios- con el post.
ReplyDeleteLo encontré recién en el diario de mi pueblo y se me ocurrió compartirlo con vosotros:
http://www.eldia.com.ar/edis/20120212/el-dia-odiados-septimodia3.htm
Los errores de ortografía corren por cuenta del autor (y la falta de corrector...)
http://www.perfil.com/ediciones/2012/2/edicion_650/contenidos/noticia_0011.html
ReplyDelete"Es una tragedia nacional que hoy, treinta años después, lo que sigue dominando el corazón y la cabeza de este país siga siendo un relato idealizado y mesiánico, un anquilosado irredentismo patriotero que es, al final del día, la más perfecta encarnación de la patraña. La Presidenta saca de la manga una recalentada perorata patriótica (y muchas más se escucharán en los próximos meses), mientras que nadie de verdadero peso específico se atreve a abrir los ojos y mirar de cerca la demacrada realidad argentina, nuestra deprimente desnudez.
Un sabor amargo y a la vez indeleble impregna la boca. La movida montada para ocultar las pendientes problemáticas de la vida cotidiana del país muestra los vidrios quebrados de las ventanas de la fábrica oficial de ideas.
Nada autoriza a pensar que el romance nacional con la cirugía estética y el maquillaje haya terminado".
Brillante artículo de Eliaschev sobre la conferencia de la GlandulaFree y la claque.
Saludos, Martín.
Tal vez fue el precio que hubo que pagar por el aumento de sueldo
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